Redacción – Rafael Nadal clasificó a los octavos del Abierto de Estados Unidos tras remontar ante Karen Khachanov para acabar ganando por 5-7, 7-5, 7-6(7) y 7-6(3).

Nadal pidió la presencia del fisioterapeuta del torneo a la conclusión del primer set. Para encontrar la última vez que había cedido una manga en el US Open había que remontarse a las semifinales del año pasado ante Juan Martín Del Potro.

El balear, que se había borrado del Masters 1.000 de Cincinnati para preservar su físico, notó como se le reproducía la tendinitis de la rodilla derecha.

Le dolía y por eso se aplicó el estabilizador rotuliano. Su lenguaje corporal no era el mejor para afrontar una remontada ante Khachanov.

En la continuación se confirmaron las alarmas. Rafa no recuperaba bien desde el fondo de la pista, sobre todo en el lado del revés, y su rival le rompió el saque por tercera vez, y en blanco, en el tercer juego. El ruso tenía toda la confianza del mundo apoyado en la potencia y efectividad de su servicio.

Se hacía el silencio en la grada de la Arthur Ashe. Las 24.000 personas que llenaban la cancha más grande del mundo se preguntaban qué le pasaba al número 1 mundial.