Redacción – Pese a que su padre, el legendario Michael Schumacher, vistiera los colores de Mercedes en sus últimos tres años en la F1, antes de sufrir el accidente de esquí que le cambió la vida, Mick Schumacher, huicjo del heptacampeón, dejó muy claro que el corazón de la familia no tiene otro color que el ‘rosso’ Ferrari. El piloto de 19 años, que anteriormente había tenido alguna vinculación publicitaria con la marca de la estrella, finalmente escogió Maranello para sus últimos años de formación para poder dar el salto al ‘Gran Circo’ en un futuro. Desde enero, Mick se unió a la Ferrari Drivers Academy tras ganar la Fórmula 3 Europea el pasado curso y en 2019 se plantea como uno de los candidatos al título en su debut en la Fórmula 2 con un volante ganador, el que le da Prema, equipo con el que Leclerc ya triunfó en la categoría de plata en 2017.

“Estoy muy feliz y es un honor para mí ser parte de esta increíble historia, es genial vestir de rojo ahora. Nuestro corazón siempre fue rojo y siempre lo será. Es algo con lo que me sentí más cómodo y por eso decidimos y tomamos la decisión”, comentó el germano en declaraciones a ‘Mobil 1 The Grid’, refiriéndose al ambicioso reto que tiene por delante en una nueva categoría.

“Vamos a seguir como siempre lo hicimos. Seguir aprendiendo es el punto principal de las categorías júnior. Y a pesar de que ahora estamos en F2, que es un paso por debajo de F1, es muy importante coger toda la información que pueda, aprender y luego, una vez que esté en condiciones, usarla”, expresó, mostrándose en todo momento con los pies en el suelo, sin pensar más allá que en aprender y seguir formándose.

Además, Mick destacó lo importante que es para él poder aprender en Ferrari de la mano de su compatriota Sebastian Vettel, con el que aseguró haber podido intercambiar impresiones en la pasada Race of Champions en México.

“Es genial haber podido hablar con Sebastian, tiene mucha experiencia en la F1. Siempre es bueno ponerse al día con él y hablar de muchas cosas, no sólo de la F1 sino también de la F2 y cómo manejar un fin de semana de carrera”, expresó el alemán, que más allá de poner su mirada en un futuro ascenso a la F1, se centra en aprender y seguir mejorando dentro del equipo italiano.

“Por supuesto, espero conocer algo sobre cómo funciona realmente la F1. Piloté el coche de 1994 (en el homenaje que le hizo a su padre en Spa 2018) y es muy similar a un coche de F2. Va a ser muy interesante para mí probarlo, sentir la velocidad y las fuerzas G, y ver cómo se comporta realmente el coche. Pero será incluso más importante para mí saber cómo trabajar con tanta gente detrás de mí y entender todo el sistema. Eso va a ser muy especial e interesante, porque será nuevo. Estoy realmente ansioso por eso”, finalizó.