El SG Ripdorf/Molzen II, un equipo amateur de Alemania, sufrió una derrota por 37-0 el domingo después de alinear solo a siete jugadores en un intento por mantener el distanciamiento social contra sus oponentes por temor a contraer el coronavirus.

SG Ripdorf/Molzen, de la ciudad de Uelzen en el estado de Baja Sajonia, se enfrentó a la escuadra de SV Holdenstedt II por la 3. Kreisklasse, una de las ligas más bajas del balompié alemán.

En un partido anterior, los jugadores de Holdenstedt II habían estado en contacto con un oponente infectado con el coronavirus. Si bien el equipo dio negativo a las pruebas del virus, los jugadores de Ripdorf no se sintieron seguros debido al período de infección de 14 días.

Por temor a contagiarse de coronavirus, varios jugadores no quisieron salir a la cancha pero al final, Ripdorf pudo alinear a siete jugadores, el número mínimo requerido para un partido de futbol.

«Estamos agradecidos de que esos siete jugadores se hayan ofrecido como voluntarios, de lo contrario el club se habría enfrentado a una multa de 200 euros por abandonar el partido», dijo Ristow. «Eso es mucho dinero para nosotros, especialmente en medio de la pandemia.

«Cuando comenzó el partido, uno de nuestros jugadores pasó el balón al oponente y nuestro equipo caminó hacia las líneas laterales. Holdenstedt anotó, pero el árbitro amonestó a nuestro capitán por conducta antideportiva.

«Los jugadores de Holdenstedt no entendieron. Pero no queríamos arriesgar nada. Durante el resto del partido, nuestros jugadores volvieron al campo pero solo se quedaron parados en el campo.

«No entraron en duelos directos y siguieron las reglas de distanciamiento social, manteniendo una distancia de dos metros entre ellos y los jugadores de Holdenstedt».

Holdenstedt fue despiadado y anotó 37 goles, uno casi cada dos minutos. El entrenador del club, Florian Schierwater, le dijo más tarde a Altmark Zeitung que «no había ninguna base para cancelar el partido».

El partido, jugado el domingo pasado, ha llamado la atención nacional e internacional desde entonces y Ristow dijo que el club nunca quiso crear revuelo.

«En medio de la pandemia, es una trampa», agregó. «No hay una solución perfecta para eso. Y seguimos esta ruta. No deseamos ningún daño a Holdenstedt».