Barcelona logra un valioso triunfo ante Sevilla y se mete en la lucha por la Liga de España

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El Barcelona jugó un gran partido en el momento indicado y se metió en la lucha por la Liga de España al vencer 2-0 al Sevilla.

El primer gol del partido lo marcó Ousmane Dembélé a la media hora y otro de Lionel Messi, en la recta final, en su octavo partido consecutivo marcando, le valió al Barça ese 0-2 tan importante, esa octava victoria consecutiva lejos del Camp Nou en la Liga que dejó claro que el equipo de Koeman está aún vivo, rozando el desespero en su intento de pelear una Liga que quiere competir hasta la extenuación. Hasta que sea posible.

El Barça cerró de esta manera el sábado en segunda posición, a dos puntos del liderato y con las mejores sensaciones de cara al miércoles, cuando deberá recibir otra vez al Sevilla en la Copa. Con siete victorias ligueras a domicilio y 15 jornadas sin perder en su mejor racha desde mediados de la temporada 2018-19.

El entrenador azulgrana sorprendió con un sistema novedoso, tres centrales (Mingueza-Piqué-Lenglet) y Dest-Alba como carrileros, reforzando tanto el centro del campo como subiendo una presión que ahogó al Sevilla, ya de entrada y durante toda una primera mitad que dominó con solvencia. Rápido en la combinación, bien posicionado y tan pendiente del mando de Busquets como de la electrididad de Dembélé, el Barça sometió a un rival que apenas si llegó en una ocasión con cierto peligro a la portería de Ter Stegen mientras las oportunidades se repetían en el área de Bono.

Con todo el 0-1 llegó en una jugada marginal, en una contra que nació de un error de Clement Lenglet que acabó con el balón en pies de Sergio Busquets, que lo dejó a Messi para que el argentino lanzase un pase profundo, a la carrera, para Dembélé, que llegó al área y superó a Bono con un disparo raso para hacer justicia al mejor juego azulgrana.

De ahí al descanso la superioridad del Barça fue acaso más evidente, aumentando su dominio y buscando un segundo gol que rozó en un par de ocasiones para enfocar la segunda mitad con mayor tranquilidad… No llegó.

Lopetegui reaccionó al descanso con un triple cambio que varió un poco, no demasiado, el escenario. Se estiró el Sevilla y se igualaron las fuerzas en apariencia, por más que el control siguió siendo de los azulgrana, que pudieron matar el partido en sendas ocasiones de Jordi Alba, que no llegó por milímetros a un centro de Frenkie de Jong, y Dembélé que se estrelló con un defensa.

Manteniéndose el máximo posible lejos de su área, defendiendo con el balón y teniendo en la colocación de Busquets y movilidad de De Jong a sus mejores argumentos, sumando el liderazgo de Messi y la verticalidad de Dembélé, seguía viéndose más cercano un gol del Barça que un empate del Sevilla… Pero el tiempo pasaba. Y el resultado seguía siendo, a fin de cuentas, incierto.

Lastimado primero Gerard Piqué y lesionado después Pedri, Koeman refrescó a su equipo con la entrada de Ronald Araújo, que reaparecía, e Ilaix Moriba, con la mala fortuna que el uruguayo volvió a lesionarse al cabo de 15 minutos, marchándose del campo en una recta final en la que apareció en su lugar Samuel Umtiti, junto a Martin Braithwaite tomando el puesto de Dembélé.

Buscando el 0-2 el Barça también empezó a padecer por mantener el 0-1 en el desemboque de un partido al que quería reengancharse el Sevilla con desespero… Hasta que apareció Messi, con clase y determinación para cerrar el partido en el minuto 86 para evitar sufrimientos finales.

Ganó el Barça ofreciendo una excelente imagen, que ya era hora, y puede volver a pensar en pelear la Liga. Al menos de momento.