Redacción – El Real Madrid empató en Butarque ante el Leganés y sigue mostrando partido a partido que, salvo Zidane, esta temporada ya es historia. Las consignas del técnico francés a sus jugadores para acabar segundos están cayendo en saco roto porque ninguno de ellos está teniendo la más mínima actitud cada vez que salen a jugar. Benzema es el único que se podría salvar de esta ‘quema’ por sus goles y porque es el único que intenta hacer algo en el campo. El resto son como autómatas que juegan porque deben hacerlo. Más no le pidas a ninguno, a pesar de que está en juego su futuro en el Madrid porque no hay que olvidar que Zidane está haciendo un cásting pensando en la próxima temporada.

Leganés fue el escenario de otra estación de la penitencia blanca. El Madrid fue, de nuevo, el equipo sin alma, sin fútbol, sin ritmo al que se le está haciendo eterna esta recta final de temporada. Y eso juegue quien juegue porque por lo visto hasta ahora, a Zidane sólo le sirve Benzema. El francés volvió a probar con un once sin Bale, con Valverde y en el que volvía Carvajal. Un equipo con muchos nombres y poco fútbol para enfrentarse a un Leganés que se jugaba sellar la salvación, Esa motivación fue clave en el duelo, pero sobre todo, porque el equipo local sabe a lo que juega mientras que el Madrid se está dejando ir desde que a principios de marzo se quedó fuera de todo.

La primera mitad fue para homenajear a todos los que fueron a Butarque. El Leganés, bien atrincherado atrás y jugando a la contra, no le dejaba hacer nada a un Madrid muy lento y sin ideas. Con ese panorama, hubo un dispar a puerta de cada equipo en esa primera mitad y el que acertó fue el Leganés para poner el 1-0. Silva marcó un gran gol en la última jugada de la primera mitad.

La segunda parte comenzó con el Madrid activado, algo que tampoco era muy difícil viendo la primera mitad que había hecho. Ese ímpetu tuvo la recompensa del gol de Benzema en el minuto 51 tras un gran pase de Modric. El francés aprovechó un rechace de Cuéllar a disparo suyo para poner el 1-1 en el marcador.

El Madrid aprovechó ese viento a favor para ir a por la victoria. Ocasiones tuvo para lograrla, pero Cuéllar lo evitó. Los blancos bajaron el ritmo en la recta final, lo que le dio aire al Leganés para avanzar líneas, pero tampoco sin hacer locuras. Incluso marcó, pero el gol de En-Nesyri fue anulado por fuera de juego. Zidane, por su parte, puso en el campo a Lucas Vázquez y Bale para darle velocidad al ataque buscando el gol del triunfo. El Leganés tuvo las últimas ocasiones del encuentro para marcar, pero ya no hubo más tantos en Butarque en otro partido para olvidar del Real Madrid. El Leganés, por su parte, festejó ese empate que le acerca más aún a la permanencia