Redacción – Sebastian Vettel sabe que actualmente, al volante de su Ferrari, no tiene nada que hacer para poder luchar por acabar con el gran dominio de Mercedes esta campaña. Tampoco este fin de semana en el GP de Austria de F1 después de la gran superioridad mostrada por Mercedes el pasado fin de semana en Paul Ricard, donde los italianos volvieron a fallar con muchas de sus novedades. Por ello, la estrategia del alemán antes de la carrera austríaca está clara: apretar para que finalmente Pirelli vuelva a los neumáticos de 2018 en plena campaña, a partir del GP de Bélgica de F1 (Spa), algo que supondría una complicación para Mercedes debido a que su menor banda de rodadura les llevaría a calentar los compuestos mucho más, mientras que Ferrari y Red Bull, los dos equipos que están al frente de dicha petición, se verían beneficiados. Por ese motivo, ‘Seb’ fue muy claro en sus declaraciones: “Si los neumáticos fueran los del año pasado, no digo que fuéramos primeros, pero habría mucha más igualdad”.

Cabe recordar que no sería la primera vez que Pirelli decide cambiar el tipo de neumáticos a mitad de una temporada. Ya sucedió en Silverstone 2013, con Fernando Alonso líder del Mundial tras un buen inicio con Ferrari, algo que benefició a Red Bull y perjudicó al asturiano a lo largo del año, donde no volvería a ganar y se quedó a las puertas del título, siendo subcampeón.

Precisamente, Red Bull está en el ‘ajo’ de la petición de nuevo, puesto que su jefe Chris Horner, y el asesor del equipo de la bebida energética, Helmut Marko, ya pidieron dicha modificación en Canadá. “Probablemente encontrarás nueve equipos de diez muy contentos con eso, pero el otro está bastante desacuerdo”. Se refería a Mercedes, y es que el jefe, Toto Wolff, quien tilda de “oportunista” la petición de sus perseguidores.

“Cada año tenemos neumáticos nuevos de Pirelli. A veces logras entenderlos más rápido y otras veces sufres más. Como competidores justos, debemos aprovechar lo mejor que se nos ha dado, a menos que se convierta en un problema de seguridad, como en el pasado”, dijo Wolff en referencia a 2013, y es que en aquella ocasión, la FIA pudo aceptar la modificación de las carcasas de los compuestos porque sí podía relacionarse dicho tema con la seguridad. Por ello, el austríaco se mostró contrario a la idea de sus rivales, defendiendo el trabajo de Pirelli, al que “se le pidió que nos den neumáticos que se degraden para que las estrategias se vuelvan emocionantes, y cuando lo logran, la gente pide lo contrario, que duren más”.

Antes del GP de Austria de F1, la FIA se reunirá con todos los equipos para conocer su opinión sobre el tema, con Pirelli presente, y decidir si a partir de Spa se vuelve a los compuestos de 2018. Para que se aprobara un cambio tan importante, debería haber 7 votos favorables, algo que está por ver si se puede alcanzar debido a que Mercedes podría contar con la ayuda de sus clientes, Racing Point y Williams, y habría que ver si McLaren o Renault, que en este inicio de curso han gestionando mejor los compuestos en la zona media de la parrilla, aceptarán dicha modificación.

Los neumáticos han sido demasiado decisivos

El principal argumento que defienden los equipos a favor de que Pirelli vuelva a los compuestos del pasado año es que las gomas están siendo demasiado decisivas este curso. Y es que precisamente, el de los neumáticos ha sido el elemento clave y diferenciador entre Mercedes y el resto. Tras el aumento de 4 milímetros de grosor de la banda de rodadura respecto al año pasado, uno de los principales problemas de los equipos está siendo llevar las gomas a su ventana correcta de temperatura para su mejor rendimiento, algo que en Mercedes logran sin despeinarse. Y no solo eso, consiguen exprimir mejor los compuestos durante más tiempo. Se vio por ejemplo en Paul Ricard, donde la mayoría de conjuntos tenían solo un intento de vuelta rápida con las gomas blandas antes de que éstas se degradaran demasiado. Pero Mercedes, lograba mejorar sus cronos a un giro atacando en la tercera vuelta de vida de dicho compuesto.

Problema claro. Las gomas son protagonistas, algo que Pirelli no ha buscado aunque sí que es cierto que podía haberlo previsto. El pasado año, en trazados reasfaltados, ya se usaron gomas parecidas con una banda de rodadura también 4 milímietros superior a la del resto del curso de 2019, y en dos de estas carreras, Mercedes pasó por encima de Ferrari. Y es que curiosamente, si el pasado año vimos sufrir en más de una carrera a Lewis Hamilton y Valtteri Bottas para calentar las gomas, un curso después, sucede todo lo contrario. Y así, Mercedes es imbatible.