Garbiñe Muguruza ha vivido una auténtica pesadilla esta temporada en la gira de tierra batida, cerrada con la peor derrotada sufrida en nueve participaciones en Roland Garros, torneo que conquistó en 2016.
Por vez primera la española, 27 años y nº 13 mundial, se despidió de París en la ronda inaugural, en su estreno. Fue víctima de la lesión muscular en la pierna izquierda que penalizó su preparación en arcilla, las molestias de espalda que denotó pidiendo asistencia de la fisioterapeuta y una joven rival, la ucraniana Marta Kostyuk, de 18 años y 81ª del mundo.
Estrenó su casillero de victorias en la capital francesa Kostyuk, que eliminó a Muguruza por 6-1 y 6-4 en hora y media en la Pista Simonne-Mathieu, la tercera en relevancia en el complejo.
Tras el 1-6, la caraqueña solicitó tiempo médico para ser tratada de la espalda. Se puso un jersey que mantuvo cuando volvió a la cancha. Muchos errores no forzados (40) y peores sensaciones emitidas con sus gestos y sus golpes.
Se adelantó 3-1 Muguruza en la segunda manga, pero no era su día. Una falta de pie abrió el camino a la recuperación del ‘break’ de la ucraniana, que realizó en un suspiro un parcial de 4-0 para adelantarse 3-5 y acabar rematando sin complicaciones.
Día de gloria para la pegadora Kostyuk, que se enfrentará a la castellonense Sara Sorribes o a la china Saisai Zheng. Un duro revés sufrido por Muguruza, que empezó la campaña con el título de Dubai y las finales de Yarra Valley Melbourne y Doha. En Australia tuvo bolas de partido antes de sucumbir an octavos ante la luego campeona, la japonesa Naomi Osaka.
Todo se torció en la tierra verde de Charleston. Notó molestias en el muslo izquierdo. Una dolencia ya conocida otras veces y que la apartó de Madrid, llegando justa a Roma y con demasiadas dudas a París.