Redacción – El Girona lo intentó, buscó desde el inicio –Eusebio salió con todo– el sueño de la remontada, pero Benzema decidió que no era el día en los sueños del Girona se convirtieran en realidad. El delantero francés sigue de dulce y fue el culpable de las desgracias catalanas y las alegrías madridistas.

Unas alegrías que, eso sí, tardaron porque antes de que apareciera Benzema, Granell envió un balón al larguero en el minuto dos del partido. El Girona salió a por todas apabullando a un Madrid que tardó en tener el control del balón y, por tanto, del partido. En cuanto lo hizo, el equipo local dejó de crear tanto peligro y fue el Madrid el que comenzaba a mandar. Sin mucho peligro hasta que en el minuto 27, Benzema marcó el 0-1 tras una gran jugada iniciada por él mismo.

A ese gol respondió el Girona marchándose hacia arriba y ahí apareció Keylor que evitó el 1-1 de Stuani, en dos ocasiones, y de Granell con dos muy buenas intervenciones. El Madrid parecía que se relajaba menos Vinicius que le puso el 0-2 a Marcelo que lo impidió Gorka Iraizoz y el que no falló fue Benzema que tras un pase de Vinicius marcó el 0-2 en el minuto 43 de partido.

Así se llegó al descanso, con el Madrid virtualmente en semifinales y con el Girona marchándose al vestuario con la sensación de qu había hecho méritos más que suficientes como para no acabar la primera mitad perdiendo por ese 0-2 que lucía en el marcador. Un resultado que obligaba al Girona a marcar cinco goles en la segunda mitad para dejar fuera de la Copa al Real. Una misión casi imposible que marcó mucho esos segundos 45 minutos. El equipo catalán lo intentó aunque más pensando en maquillar el resultado ante su afición que en una remontada muy pero que muy complicada.

El Real Madrid, por su parte, estaba tranquilo y jugando a favor de viento con ese 0-2 a favor. Hubo algún atisbo de relajación en ciertos jugadores blancos, pero Vinicius que por su juventud no entiende de eso, seguía generando constante peligro mostrando que se entiende a la maravilla con Benzema. Cada vez que ambos se encontraban en el campo, siempre había peligro en el área del Girona.

Viendo que todo el pescado estaba vendido, Solari comenzó a hacer cambios. Retiró a Benzema, ovacionado por Montilivi, y dio entrada a Marco Asensio que reaparecía para después quitar a Ramos y a Vinicius. Por su parte Eusebio quitó a Stuani dejando claro que la Copa ya era historia para el Girona e hizo debutar al canterano Pachón. Los minutos iban avanzando y el ritmo del partido decayó con el Madrid teniendo una clara ocasión, pero Lucas, a portería vacía, envió su remate al poste. El que no falló fue Porro en el minuto 71 para poner el 1-2 en el marcador. Una alegría local que duró hasta el 76’ con el gol de Llorente que puso el 1-3 con un disparo desde la frontal del área. Poco más hubo en la recta final de un partido, de una eliminatoria ya decidida que dejaba al Madrid en semifinales de Copa.