El final más doloroso para una semifinal de Roland Garros que estaba siendo épica. El tenista alemán, Alexander Zverev, se rompió por completo en el segundo set ante Rafael Nadal tras pisar con la parte exterior del pie, que terminó doblado totalmente el tobillo derecho. Sus espeluznantes gritos de dolor sacudieron la pista central Philippe-Chatrier y el silencio se apoderó de los aficionados.
En el segundo set y con 5-6 en el marcador, Zverev llegó forzado a una bola de Nadal, pisó mal y se dobló el tobillo derecho tras apoyar el pie. La repetición de la retransmisión de Eurosport dejaba claro que la lesión iba a ser grave y que el tenista alemán lo tenía difícil para continuar la semifinal. El número tres del mundo, que se estaba jugando el Top1, abandonó la pista entre lágrimas y ayudado de una silla de ruedas.
“Estoy muy triste”
El tenista alemán se fue a los vestuarios para tratar de obrar un milagro con los servicios médicos, pero minutos más tarde regresaría a la pista central con unas muletas para comunicar su abandono a una semifinal que tenía todos los ingredientes para convertirse en el partido del torneo. Zverev acudió al centro de la pista para darle la mano a Nadal y abandonó la Philippe-Chatrier entre una emotiva y sonora de un público puesto en pie.
“Lo siento mucho por él porque es un gran colega, ha tenido mala suerte. Estoy muy triste por él porque sé lo que es que te pase algo así. Estoy seguro que va a ganar más de un ‘Grand Slam’. Le deseo una rápida recuperación. Estar en la final de Roland Garros es un sueño, pero verlo llorar así es un momento duro”, aseguró Nadal a pie de pista tras el abandono de su compañero.
