Redacción – Daryl Impey se ha estrenado en una gran ronda por etapas a sus 34 años tras una carrera adornada con 26 victorias profesionales. Metido en la escapada del día de 15 ciclistas, el campeón sudafricano (Mitchelton-Scott) ha impuesto su fortaleza en el tramo final de la fuga y ha superado al belga Tiesj Benoot en el sprint de Brioude, meta de la 9ª etapa del Tour de Francia tras 170,5 kms desde Saint-Étienne.

Entre los favoritos a la victoria final no hubo batallas destacadas y Julian Alaphilippe ha mantenido su maillot amarillo en el día de la fiesta nacional francesa.

Sin ningún corredor peligroso para la general, el pelotón permitió que los fugados aumentasen su diferencia, prefirió guardar fuerzas para vías venideros y finalmente llegó a 16’25” del vencedor.

Alessandro De Marchi, uno de los protagonistas de la fuga del sábado, ha vivido esta vez la parte amarga del ciclismo al sufrir una aparatosa caída en el km. 8. El italiano ha recibido asistencia médica antes de ser trasladado al hospital para tratarle y conocer el alcance de sus lesiones.

El equipo CCC ha explicado que De Marchi estaba plenamente consciente después de la caída, que ha sufrido heridas profundas en la cara y que las radiografías determinarían si tenía alguna rotura ósea.

Impey y Benoot se han colado en la escapada fraguada en los primeros kilómetros de la jornada, junto a Lukas Pöstlberger, Oliver Naesen, Iván García, Jan Tratnik, Tony Martin, Simon Clarke, Jasper Stuyven, Nicholas Roche, Jesús Herrada, Romain Sicard, Edvald Boasson Hagen (Dimension Data) y Anthony Delaplace (Arkéa-Samsic).

Ellos formaron la fuga inicial de 14 ciclistas que subió a 15 cuando el catalán Marc Soler contactó con ellos en el Mur d’Aurec-sur-Loire, el puerto de 1ª categoría situado en el km. 36. Por tanto, tres españoles (Soler, García, Herrada) se metieron finalmente en la escapada.

Con ventajas superiores a los 10 minutos a falta de 40 kms, quedó claro que el vencedor de etapa saldría de esos 15 corredores y los fugados empezaron a provocar sus propias escaramuzas.

Pöstlberger abrió el primer hueco importante, pero le cazaron en la Côte de Saint-Just, un puerto de 3ª categoría de 3,6 kms al 7,2% de pendiente media, propicio para que Roche y Benoot le relevasen en cabeza.

Impey se encontró también fuerte y se unió a ellos poco antes de coronar la cima. Los tres empezaron el descenso final de 13 kms hacia Brioude con 15” de ventaja sobre Soler, Naesen y Tratnik, Stuyven.

A 9 kms de la llegada, Benoot e Impey descolgaron a Roche y mantuvieron rentas respecto a los perseguidores hasta el punto de que los dos se jugaron la victoria al sprint. Ahí Impey era el especialista y gran favorito y cumplió el pronóstico con pasmosa facilidad para poner una feliz guinda en el Tour a su dilatada trayectoria profesional.

Soler, uno de los mejores ciclistas de presente y futuro del ciclismo español, estuvo batallador en la parte final de la etapa, pero no logró reducir la brecha abierta por Impey y Benoot y llegó 7º a 14”. Marc ganó el Tour del Porvenir (2015) y la París-Niza (2018), un éxito que enseñó sus prometedoras capacidades en el pelotón.