Barcelona avanza a la final de la Supercopa de España

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Entre Ter Stegen y Riqui Puig, el Barcelona se clasificó para la final de la Supercopa de España tras una noche de infarto decidida en la tanda de penaltis por 2-3 y después de acabar los 120 minutos con empate.

Un partido intenso, con errores y aciertos, sin Messi pero con nervios y que pudo caer de cualquier lado… Sentenciándose de forma épica en una tanda de penaltis que no disputaba el Barça desde la final de Copa de 1998, cuando conquistó el título frente al Mallorca también en la tanda definitiva por 5-4.

Ter Stegen atajó el primer disparo de Bautista pero De Jong estrelló a continuación el suyo en el palo; el meta alemán repitió desviando el lanzamiento de Oyarzabal y se avanzó el Barça con el gol de Dembélé que engañó a Remiro. En el tercer lanzamiento, William José chocó con el poste y Pjanic puso el 2-0, escapándose ya aunque Merino dio vida a la Real marcando el cuarto… Y lanzando a las nubes Griezmann. Empató Januzaj en el último lanzamiento vasco para darle la responsabilidad definitiva a Riqui Puig, que no falló para dar el pase a la final al Barça tras una noche para el recuerdo.

Agobiado por la presión alta de la Reak Sociedad que impedía sacar el balón con calma desde atrás, al equipo de Koeman le costó entrar en juego y padeció un primer cuarto de hora de infarto. Portu cruzó demasiado un remate a los once minutos y poco después Ter Stegen sacó un remate a bocajarro de Isak en una contra eléctrica de los vascos, que para nada tomaron un papel secundario en el partido.

Poco a poco, sin embargo, le fue tomando el ritmo al juego el Barça, conducido por De Jong, estirado por Pedri y a la carrera de Dembélé, tomando entre ellos el papel del ausente Messi para hacer del Barça protagonista, aunque no fue hasta los 25 minutos, por medio de Braithwaite, que remató entre palos.

El dominio, sin embargo, le dio premio cerca del descanso, con un centro de Griezmann rematado de cabeza, en posición acrobática, por De Jong que alivió los nervios y condujo a los vestuarios con el Barça en ventaja y la sospecha de que una vez roto el empate podría afrontar la segunda mitad con mayor calma.

Pero nada fue como se esperaba. Apenas tardó cinco minutos en empatar la Real Sociedad, gracias al penalti cometido por De Jong (desvió un centro con la mano) que convirtió Oyarzabal y a partir de ahí el partido fue una suerte de anarquía, ida y venida con la Real y el Barça sin poder imponer su esquema.

Dominó más el equipo azulgrana pero supo defenderse con orden y paciencia la Real, buscando contras rápidas que dieron ocasión de brillar a Araújo, intenso al corte y veloz en la carrera, para evitarle sustos a Ter Stegen y conduciéndose el partido a una prórroga. La primera del Barça desde la final de Copa de 2016 (cuando derrotó al Sevilla por 2-0), en la que con jugadores de refresco se entendía que aumentaría el ritmo.

William José y Zaldua refrescaron a los vascos mientras que con Pjanic y Riqui quiso darle más protagonismo al centro del campo Koeman (Trincao ya había entrado por Braithwaite)… Y fue Zaldua el primero en avisar, con un obús que salvó Ter Stegen en un comienzo eléctrico.

El cansancio empezó a notarse en los errores involuntarios de los jugadores y en ese escenario pareció sentirse más cómoda la Real, aunque Dembélé tuvo en sus botas el gol, con un recorte y remate que le salvó Remiro para dar paso a un cuarto de hora final de infarto.

Remiro le sacó un remate de gol a Griezmann y a la contra estuvo cerca de sentenciar inmediatamente después el equipo vasco, al que se le atravesó una y otra vez el imperial Araújo, haciéndolo en última instancia Ter Stegen a Januzaj antes de que lo hiciera el palo al libre directo lanzado por el propio jugador belga…

Y así se llegó a la tanda de penaltis, tal como en la semifinal femenina que horas antes había disputado el equipo azulgrana, y perdido con 3 errores, ante el Atlético de Madrid. El equipo de Koeman, sin embargo, estuvo más acertado y consiguió una victoria épica y trabajada como no pudo imaginar.