Redacción – El Atlético de Madrid logró un meritorio y merecido empate ante la Juventus en el Metropolitano (2-2). A pesar de ser superiores en la mayor parte del encuentro, los italianos se pusieron 0-2 con goles de Cuadrado y Matuidi. Acertaron, y los de Simeone no. Pero se repusieron. Y de qué manera. Dos acciones a balón parado, como hace pocos meses, las convirtieron en gol Savic y Herrera para hacer justicia. La afición premió la entrega de los suyos con una sonora ovación.

El Atlético dominó la primera parte. Al menos, la mayor parte de la misma. Sobre todo en el inicio. El conjunto rojiblanco tenía el balón y buscaba por las bandas a Trippier y Lodi para penetrar en la defensa de la Juventus- Con Thomas y Saúl en la sala de máquinas, y Koke y Lemar en los costados pero ayudando en la creación por el centro, la Juventus comenzó a sufrir.

Un punterazo de Joao Félix en la frontal del área tras conducir el balón desde su campo en una contra (Szczesny la mandó a córner), un cabezazo de Giménez que se fue arriba y otro del portugués que detuvo el meta polaco y un disparo de Lodi tratando de sorprender al primer palo fueron las amenazas de los colchoneros, ante una Juve que prácticamente no había pasado del centro del campo.

Hubo que esperar 23 minutos para ver el primer acercamiento de los italianos, un lanzamiento lejano de Cristiano que detuvo Oblak sin problemas. Luego llegaría otro de Pjanic, con muy mala intención y pasada ya la media hora, que desvió Thomas con la cabeza. Los de Sarri habían igualado el choque, que no era poco. Y el Atlético había bajado un punto la intensidad. No pasó mucho más hasta el descanso, al que se llegó con 0-0 y con los de Simeone superiores, pero sin gol. Todo por decidir.

Volvió a salir bien el Atlético, pero en el 48’ la Juve cogió a los colchoneros en una contra. La llevó Higuaín, que cambió de banda para la llegada de Cuadrado. el balón pasó entre varios defensores rojiblancos, pero ninguno llegó a tocarlo. El colombiano regateó y con la zurda, la puso en la escuadra de Oblak. Imparable. No sería lo más justo, pero en el marcador, mandaban los italianos.

El 0-1 no cambió el paso del Atlético, que siguió mandando y llegando. Thomas la mandó arriba. Lo mismo que Giménez poco después, con casi todo a favor, tras una gran jugada por la derecha. Movió ficha Simeone, metiendo a Correa por el, una vez más, intrascendente Lemar, aplicado en defensa, insulso en ataque.

Lo seguía intentando el Atlético, pero en otra acción de ataque, llegó el segundo de la Juve. Alex Sandro la puso desde la izquierda para que Matuidi, solo en el área pequeña, cabecease a bocajarro ante Oblak, que la tocó, pero no fue suficiente. 0-2. Minuto 65. Muy complicado ya para los colchoneros, pero eso de bajar los brazos no está en su filosofía.

En el 70’, Koke botó una falta, la tocó Giménez y en el otro palo, apareció Savic para cabecear a la red. Había esperanza. Había vida. Y más con el Metropolitano entregado, que rugía como en las mejores noches. El ímpetu rojiblanco llevó a la Juve a tener la sentencia a tiro. Pero Oblak primer a Higuaín, y Trippier bajo palos después a Matuidi, lo evitaron. En esas, Thomas, que había llegado justo a la cita, dijo basta. Ni aguantó más. Y veremos…

Entró en su lugar Herrera, que al fin debutaba con el Atlético. Vitolo esperaba en la banda. Se fue Lodi y Saúl pasó al lateral. Para que no se le olvidase. La Juve, lejos de meterse atrás, presionó más arriba la salida del balón de los rojiblancos para no sufrir en defensa. Arriesgado Sarri.

Se echaba en falta antes al canario, que en la primera que cogió, se fue de dos y disparó con intención, pero no sorprendió a Szczesny. Reclamó penalti el Atlético en el córner posterior por mano de Bonucci, pero ni Makkelie ni el VAR lo vieron así. El brazo estaba separado del cuerpo. Y la nueva norma dice que eso es penalti. Pero…

Como decíamos, este Atlético no se rinde. Nunca. Y en el 90’ encontró su premio. Córner botado por Trippier y cabezazo de Herrera para poner el empate. Explotó el Metropolitano. Y Simeone en el banquillo. Y los jugadores. No era para menos. Los colchoneros levantaron un 0-2 ante el campeón italiano con todo en contra. Cristiano la tuvo en el descuento. Pero se le fue por poco. Partidazo. Y es el comienzo. Pero el Atlético mandó un mensaje: aquí nunca se deja de creer.