Un gran LeBron James celebra los 38 años con triunfo: “Me siento mejor que con 18”

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El deseo de LeBron James es el único posible destino feliz para los Lakers, ese deseo por seguir compitiendo, lo que sea que haya pedido por su cumpleaños, quién sabe si el quinto anillo. Como ‘The King’ no puede esperar que le den mucho en estos Lakers, fue él quien repartió los regalos, más puntos que las 38 velas ya que sopló, hasta 47 con un hermoso lazo de 10 rebotes y 9 asistencias para invitar a los Lakers en su fiesta de aniversario a una sabrosa victoria contra los Atlanta Hawks (121-130).

“Me siento mejor ahora que con 18”, soltó tras el encuentro. Y es que las noches siguen siendo jóvenes para LeBron, que, conduce, baila, se pega por quien sea y tira como el que lanza tira fichas sin timidez, aunque su pista es la de baloncesto, que si penetrar, que si mover las caderas para romper las de los demás, que si cuantos roces sean necesarios para llegar a canasta, que si triples, 18 de 27 en tiros, 4 de 6 desde el perímetro, 7 de 9 en tiros libres. Y no se borra de las empalmadas de los back-to-back. En efecto, como si la edad transcurriera a la inversa en su cuerpo, el LeBron de los 38 es mucho mejor que el de los 19, 28,5 puntos de media frente a los 21 de su año como ‘rookie’.

“Con 18 años sabía que pertenecía a la NBA pero no sabía jugar ni lo que podría llegar a ser. A veces me siento como un niño en la pista, me lo sigo pasando bien”, afirmó ‘The King, al que le dio un arrebato de adolescente antes del partido, porque, antes de su mayor anotación de la temporada, iba diciendo por ahí que podía ser su gran noche. “Llamé a Dennis Schröder y le dije que tenía que hacer que ocurriera (meter por lo menos 40 puntos). Después de empezar con 1/5 no pensaba que iba a suceder”, aseguraba a pie de pista ‘Bron’, tanto tiempo en la NBA -20 años-, que supera la mayoría de edad.

“Trabajo para estar física y mentalmente preparado cada día, sé que puedo ser uno de los mejores de siempre. Las narrativas van cambiando cada temporada, hay frustraciones, y tienes que saber lidiar con ello”, resaltaba al alero, feliz y también relajado aunque quizá pudo tirar el cuchillo de la tarta a los Lakers en algún momento. “Estaba metiendo 30 puntos y no funcionaba, déjame que intente meter 40”, espetó de manera irónica.

Si la hubo, poca tarta para LeBron, mucho sacrificio en su vida diaria tanto a la hora de echarle horas al gimnasio como de tener su paladar a pan y agua de manjares por el único placer que le importa. El que también le produjo ver que tantos compañeros se apuntaban a la fiesta de cumpleaños, con un llamativo doble – doble de Thomas Bryant -19 puntos y 17 rebotes-, ya que el ‘segundo’ de la banda, Anthony Davis, sigue sin poder bregar en la cancha, con otros cuatro apuntándose dobles dígitos, 14 tantos, 11 asistencias y 8 rebotes para Russell Westbrook, 12 para Schröder, 11 para Wenyen Gabriel y 10 para Patrick Beverley.

Todos comen del pastel de LeBron y pusieron de su parte para que su fiesta tuviera final feliz pese a que el día amaneció nublado con un 33-25 de inicio para los Atlanta Hawks, liderados por su par de siempre, 29 puntos (11/24 en lanzamientos) para más 8 asistencias para Trae Young, 20 (8/17 en TC) más 9 pases de canasta para Dejounte Murray. En el último cuarto, imperó el discurso final de cumpleaños del ‘Rey’ con sus 16 puntos. Sus 38 velas fueron las luces de una necesitada fiesta de fin de año para animar algo el velatorio que ha sido 2022 para estos Lakers que -ahora con 15-21 en su antepenúltima posición del Oeste-, van dando tumbos, como el que busca romper la piñata con los ojos tapados.  O se traen algo nuevo del mercado u otro velatorio. LeBron no puede invitar siempre a todo.