Redacción – El Real Madrid de Solari comenzó con una victoria. Algo nada baladí teniendo en cuenta cómo está el equipo blanco tras el despido de Lopetegui, pero también es cierto que hay que darle el valor real que tiene ese triunfo. Fue ante el Melilla, un equipo de Segunda B, en la ida de los 1/16 de final de la Copa del Rey. No es que se deba menospreciar el triunfo del Madrid, pero tampoco comenzar a pensar que la crisis en la que vive instalado ha pasado a la historia. Es el primer paso, eso sí, pero los exámenes de verdad que deberá pasar el equipo blanco serán ante el Valladolid y Celta en Liga y el Viktoria Plzen en Champions. Ahí es donde realmente se podrá ver el estado de este equipo.

La victoria en Melilla fue, sin duda, un alivio porque la crisis no se agravó que ya es mucho. La mano de Solari en el equipo se vio poco, algo lógico porque sólo ha entrenado un día a este grupo. El deseado Vinicius fue titular, algo que por otro lado, Lopetegui ya lo tenía previsto. La suya y la de otros menos habituales como Odriozola, el gran olvidado por Julen y visto lo que pasó en Melilla, es algo incomprensible. El vasco fue el mejor del Madrid junto con un Vinicius muy descarado y que mostró todo el potencial que tiene.

Solari apostó por los menos habituales, pero puso en el campo a Ramos y Benzema porque tampoco era cuestión de arriesgar en exceso Sobre todo en defensa, donde Solari tiene los justos por las lesiones de Varane, Marcelo y Carvajal. Ramos decidió no rotar y el que descansó fue Nacho y su lugar lo ocupó Javi Sánchez.

El Melilla, por su parte, salió con toda la ilusión del mundo y tuvo la primera gran ocasión con Igor, en fuera de juego, fallando un mano a mano con Keylor. Era el minuto 9 y no parecían pintar las cosas muy bien para un Madrid demasiado timorato. Odriozola y Vinicius eran los únicos que atacaban el área del Melilla. Y en una acción de Odriozola llegó el 0-1 de Benzema en el minuto 28. A partir de ahí, el Madrid mandó en un encuentro en el que Lucas Vázquez falló un par de ocasiones claras. El que no lo hizo fue Asensio que puso el 0-2 en el 45’ tras un gran pase de Vinicius, el mejor del Madrid en esos momentos.

Solari, con el partido y la eliminatoria decidida, quitó a Benzema y Ramos pensando en lo que viene. El Melilla salió fuerte buscando el gol que le hiciera entrar en el partido y la eliminatoria, pero falló sus ocasiones. El Madrid reaccionó y Ceballos tuvo el 0-3, pero el disparo a bocajarro lo paró Barrios, el mejor del Melilla, en una acción en la que el jugador del Madrid estaba en fuera de juego. Donde no llegaba el meta del Melilla lo hizo el larguero que evitó el gol de Vinicius. El equipo local no bajó los brazos y buscó el gol, pero el que llegó fue el de Odriozola en el minuto 79 para poner el 0-3 tras una jugada en la que Barrios evitó en dos ocasiones el tanto blanco antes de que el vasco rematara a puerta vacía para marcar.

El Real Madrid tuvo más ocasiones para marcar, pero tuvo que espera hasta la prolongación el partido para que llegara el 0-4, obra del canterano Cristo. Así acabó un partido que deja al Real Madrid en la siguiente ronda de Copa del Rey, salvo que el Melilla protagonice un milagro el próximo 5 de diciembre en la vuelta que se jugará en el Santiago Bernabéu.