Redacción – Tras un mes impecable en Liga y de mucho nivel en Champions y Copa del Rey, el Real Madrid volvió a caer inexplicablemente cuando más necesitaba la victoria. En casa y frente a un rival que venía en un mal momento. Ante ello, Solari se mostró resignado sabedor de la oportunidad que se les escapó a los suyos tras haber recortado distancias con el líder y haberse puesto, momentáneamente, como segundo en la tabla.

“Es una pena porque dejamos de sumar los puntos y los rivales se nos escapan, pero esto sigue. Nosotros tenemos que seguir peleando porque tenemos todos los frentes abiertos, para nada creo que la Liga esté perdida. Sabíamos que el partido de hoy era muy importante pero hemos pagado el esfuerzo del trajín de lo últimos días”.

En cuanto a los motivos que explicaran la derrota más allá del desgaste mental y físico que apunto Solari, el técnico argentino no quitó mérito a un Girona que “supo entender el juego en la segunda parte y nos superó en algunos tramos del mismo. En frente siempre tienes a grandes rivales y hoy era uno de ellos.”

No achacó de la misma manera a las numerosas rotaciones que planteó porque “en el fútbol tú planeas el partido de una manera y luego puede ser de otra en el momento en el que sales a competir a la canacha. Lo que estoy seguro es que ahora tenemos que seguir peleando porque quedan muchas fechas.”

En cuanto a los lances del juego que llevaron a Ramos a terminar el partido antes de tiempo por su expulsión, Solari no quiso entrar a valorar la acción más allá de afirmar que “son gajes del oficio.” El argentino no quiso entrar en la polémica creada entorno al tema de la tarjeta amarilla provocada en Ámsterdam frente al Ajax y simplemente dejó pasar el tema.

Algo parecido a lo que comentó cuando fue preguntado por el partido de Marcelo. Al técnico se le pidió una valoración detallada del partido de su segundo capitán y el entrenador fue escueto al comentar: “Bien, Marcelo ha estado bien.”

De esta manera, Solari ya piensa en el próximo partido frente al Levante y se apoya en las matemáticas para asegurar taxativamente que todavía queda Liga. Lo que quizás no tenga tan de su favor es la longitud de un calendario que está más cerca de entrar en su recta final que dar oportunidades a un Real Madrid a nueve puntos de la cabeza.