Redacción – Fue el 8 de marzo de 2017. Barcelona había perdido 4-0 en París el partido de Ida de los Octavos de Final de la Champions League. Necesitaba una auténtica proeza para no consumar una eliminación temprana de un torneo en el que suele ser protagonista… Y la consiguió.

Desde el amanecer del partido, Luis Suárez con una ‘peinada’, y un autogol de Kurzawa a un taconazo de Iniesta, iniciaron el sueño de la remontada. Antes de culminar el primer tiempo, el Barça ya solo estaba a dos goles de forzar la prórroga.

En el complemento se marcó una pena máxima a favor de los blaugrana que Messi hizo efectiva y la meta, al menos para igualar estaba a un gol. Sin embargo, apareció Edinson Cavani para marcar el tanto del PSG que parecía liquidar la historia.

Ahora Barcelona necesitaba tres goles y le quedaban 28 minutos al encuentro. Neymar ejecutó un tiro libre de manera magistral para convertir el 4-1, pero ya se disputaba el 88’ de juego. Vino un penalti y el propio brasileño hizo el 5-1.

Última jugada del partido, de nuevo con Neymar como el gran protagonista, metió un centro al área que rechazó Cavani, pero el balón le volvió a caer a ‘Ney’, quien flotó otro servicio a donde llegó Sergi Roberto casi con la punta del zapato para mandar el balón al fondo y de esta forma decretar el 6-1 y firmar una legendaria remontada, con un Camp Nou vuelto loco.

Messi protagonizaría una de las imágenes más recordadas al pararse en uno de los anuncios de atrás de la portería, rodeado de público y con el brazo derecho en alto festejando la proeza culé.