Redacción – Noticia, Dylan Groenewegen no ha ganado este martes la tercera etapa de la París-Niza, después de triunfar en las dos primeras. Pero ea ciclista holandés, líder de la general, le han reventado las piernas en la misma lucha del sprint, viéndose superado por sus rivales.

La razón de esta falta de gas puede que éste en la alota exigencia de una nueva etapa llana como la suela de un zapato, destinada al sprint y en la que de nuevo las fuertes rachas del viento han generado peligrosos abanicos, especialmente en los últimos kilómetros. Como viene ocurriendo en esta edición de la Carrera del Sol las caídas han estado de nuevo a la orden del día, aunque en esta ocasión no ha habido que lamentar ninguna grave consecuencia, más allá de un numeroso tumulto.

Como este martes, el Sky ha intentado romper la carrera en los últimos kilómetros aprovechando las fuerzas rachas de viento. Con un Luke Row portentoso y la colaboración de Michal Kwiatkowski y Egan Bernal han conseguido quebrantar la disciplina del pelotón y por algún momento han saltado las alarmas, pero a poco menos de tres kilómetros se volvían a reagrupar.

Instante en el que los equipos de los sprinters han empezado de verdad a mover sus piezas y colocar en posiciones de privilegio a sus hombres más rápidos: FDJ, Deceuninck, Lotto Soudal, Bora y el equipo del líder, Jumbo-Visma, que en esta ocasión no ha podido cruzar primero la línea de meta.

Groenewegen ha intentado disputar el sprint, pero rápidamente se ha dejado ir viendo que las piernas no le daban para discutir el triunfo de un Sam Bennett que de esta forma sumaba su tercera victoria de la temporada, tras Argentina y Emiratos Árabes.

Los sprinters lo han dado todo en la previa de la etapa de mañana, la primera que empieza a picar hacia arriba, de media montaña, de 212 kilómetros, la más larga de esta edición de la París-Niza, en la que el protagonismo ya será de otros ciclistas.