Redacción – El Real Madrid ha pasado en una semana de pensar en que podía discutirle la Liga al Barça a ver como los azulgrana les han sacado un punto más, ahora son nueve, y el Atlético ha recuperado la segunda plaza con dos puntos más que los blancos. Todo eso gracias a un Girona que dio la sorpresa ganando en el Bernabéu en un partido en el que los blancos estuvieron muy lejos de ser el equipo que parecía invencible.
El Madrid desapareció en la segunda mitad pensando que lo tenía todo hecho tras el 1-0 con el que se llegó al descanso. Esa relajación la pagó cara el equipo blanco que acabó con su racha de partidos sin perder y no diciendo adiós a la Liga, pero casi.
El Girona sale del Bernabéu poniendo tierra de por medio con el descenso y con la moral por las nubes para lo que resta de Liga. Un triunfo como el de Chamartín era lo que necesitaba el equipo catalán para pasar página de las nueve jornadas de Liga sin ganar y que le habían puesto al borde de la zona de descenso.
El Girona salió al Bernabéu avisando que no iban a pasar el día a Madrid y Stuani tuvo la primera ocasión a los dos minutos, pero Courtois paró con la cara el disparo del uruguayo en una acción invalidada por fuera de juego. El Madrid, con Marcelo y Asensio como titulares y Vinicius en el banquillo, se puso las pilas y comenzó a mandar, aunque el Girona creaba mucho peligro a la contra. Las ocasiones blancas comenzaron a llegar a través del dominio del balón y en el mimuto 25, Casemiro marcó el 1-0 al rematar de cabeza un centro de Kroos. El Madrid buscó el 2-0 para sentenciar, pero no llegó ese ansiado tanto –Marcelo marcó, pero fue anulado por fuera de juego– y se llegó al descanso con ese 1-0 y la sensación de que el Madrid no parecía que iba a tener excesivos problemas para acabar ganando.
Unas cosas son las sensaciones y otra lo que pasó en la segunda mitad en la que el Madrid desapareció. Comenzó bien con una ocasión de Marcelo, pero fue espejismo porque los de Solari le dieron vida al Girona entregándoles el balón. Ahí comenzó la perdición del Real porque el equipo catalán aprovechó el regalo para ir a por el partido. Las sensaciones de la victoria fácil dieron paso en la grada blanca al temor de que el Girona le podía dar la vuelta al marcador. Esos miedos comenzaron a hacerse realidad con el 1-1 de Stuani al transformar un penalti por mano de Sergio Ramos. Era el minuto 65 y el partido comenzaba de nuevo, pero con el Girona rearmado moral y fubolísticamente ante un Madrid ‘tocado’ y que era abroncado por su público. Unos pitos que aumentaron en intensidad en el minuto 75 con el 1-2 de Portu.
Al Real Madrid, con Vinicius, Bale y Mariano en el campo, le entraron las prisas pero esta vez no hubo ni épica –Courtois subió a rematar el último córner– ni nada parecido. Vinicius era el único que creaba peligro en un Madrid que se acabó con 10 por la expulsión de Ramos. Así acabó un partido en el que el Madrid dijo adiós a la Liga.