El periódico de ‘El Mundo’ de España contó en exclusiva que “los agentes conservan ese material genético que presuntamente es del jugador y el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona podría ordenar cotejar con el ADN de Alves para ver si hay coincidencia. También podría entregarlo él de forma voluntaria”.
Hasta que se ha dado esta noticia, las únicas pruebas que se tenían eran la declaración de ambos y las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton de Barcelona, donde ocurrieron los hechos. Sin embargo, tras la declaración de la víctima, los Mossos han cotejado más el lugar donde ocurrió la presunta violación.
Tal y como cuenta ‘El Mundo’, “una de las evidencias más claras de que disponen los Mossos son los restos de semen encontrados en el lavabo donde presuntamente se cometió la agresión sexual y que pudo recoger la patrulla que acudió a la discoteca poco después de activarse el protocolo contra este tipo de delitos sexuales”.
“Y vi una mancha en el suelo. No puedo decir al 100 % que fuera semen, pero entendí que sí, que ya había terminado”, contó la víctima en las dependencias judiciales. Los restos que han recogido los Mossos probarían que existió una relación sexual entre los dos, ya que en el informe médico de la víctima aportado a la causa, se indica que se encontraron pocos rastros biológicos en ella tras su exploración, y no servirían para comparar.