Los blues ganaban 2-0 y el United le remontó 3-2, pero en la parte final el equipo local ganó 4-3
El clásico entre los dos equipos más imprevisibles de la Premier League respondió a lo que cabía esperar. Ante su reiterada incapacidad de controlar un partido a lo largo de la temporada, Chelsea y Manchester United rivalizaron en errores pero ofrecieron un pulso espectacular, de continuas alternativas, que se saldó con un increíble triunfo por 4-3 de los ‘blues’ gracias dos goles de Cole Palmer, autor de un ‘hat trick’, en el descuento.
A ocho jornadas del final, la derrota aleja un poco más de la Champions al United, que no aprovechó la derrota del Aston Villa (4º) ante el Manchester City y el empate del Tottenham (5º) ante el West Ham, mientras el Chelsea se sitúa décimo en una decepcionante temporada pese al alegrón que se llevó hoy su afición.
El Chelsea se avanzó con un 2-0 en el minuto 20 al convertir en gol sus dos primeras ocasiones. El inicio de la incontable serie de balones perdidos del United fue el preludio del 1-0, obra de Conor Gallagher llegando desde atrás aprovechando un balón que le cayó tras ser centrado por Malo Gusto desde la derecha y tropezar en Raphaël Varane.
Y un penalti de Antony por un mínimo contacto de Antony sobre Marc Cucurella lo convirtió Cole Palmer, que cerró la noche con 16 goles, a dos de Erling Haaland. El joven mediapunta volvió a exhibir su gran clase y una vez más fue el mejor jugador del Chelsea.
Pero nada puede darse por sentado cuando juega el irregular equipo de Mauricio Pochettino. Solo así se explica que un grave en la cesión de Moisés Caicedo a Benoît Badiashile permitiera a Alejandro Garnacho escaparse solo y batir a Dordje Petrovic metiendo al United en el partido (34′).
Cinco minutos después el equipo de Erik ten Hag volvió a sacar partido de la fragilidad de la defensa ‘blue’, otra constante esta temporada, para empatar en una transición. Diogo Dalot puso un buen centro desde la izquierda y Bruno Fernandes cabeceó a la perfección en el segundo palo.
Gallagher tuvo el 3-2 con un remate al poste justo antes del descanso, que dio paso a una segunda parte de locos, con continuas llegadas a ambas áreas de dos equipos sin recursos para mantener mínimamente la posesión.
Una especie de ruleta de la fortuna que sonrió inicialmente al United, eso sí, en un gran cambio de juego desde la derecha de Antony, que con el exterior puso un exquisito balón a Garnacho, quien puso la
Pese a los intentos de Palmer, el United parecía que no iba a dar pie a más cambios imprevistos de guion. Y eso que Ten Hag vuelve a afrontar una crisis de lesiones en su defensa. Ya sin Lindelöf y Lisandro Martínez, Varane se retiró en el descanso y su relevo, Jonny Evans, apenas estuvo 20 minutos en el campo, por lo que Ten Hag tuvo que recurrir al joven Willy Kambwala