El Manchester City consiguió una trabajada victoria en su visita a Stamford Bridge y recorta distancias con el líder Arsenal, ahora a cinco puntos de los de Pep Guardiola. El de los ‘citizens’ fue un triunfo labrado a base de insistencia ante un Chelsea plagado de lesiones que le puso las cosas dificilísimas al conjunto mancuniano.
Los ‘blues’ fueron de más a menos en un encuentro donde también tuvieron ocasiones de hacer daño a un City voraz en cuanto se zafó de la intensa presión a la que fue sometido desde buen inicio. Fueron clave los cambios introducidos por Guardiola para permitir a los de Manchester poner una marcha más para encontrar el gol y conseguir tres puntos vitales para acercarse al liderato. Por contra, los ‘blues’ no levantan cabeza y siguen a diez puntos del cuarto puesto, la ‘zona Champions’.
Las lesiones de Sterling y Pulisic a poco de empezar no auguraron nada bueno para el Chelsea que ya llegaba mermado por las bajas. Aun así, el conjunto de Graham Potter protagonizó un primer tiempo de mucho mérito al conseguir frenar al mejor ataque de la Premier League.
El City realizó su primer tiro del partido pasada la media hora de juego, lo que alaba el planteamiento del Chelsea, inspirado y agresivo para buscar también la meta contraria. Pero cuando consiguieron abrirse paso los ‘citizens’, ya no habría quien los parase.
Haaland dio continuidad al tímido disparo de Gündogan con un remate alto con la puntera y a partir de ahí el partido enloqueció. Ocasiones en ambas porterías y un juego vibrante típico de la Premier League conectaron al público, que pese a disfrutar de lo lindo no vieron goles en el primer tiempo. El que más cerca estuvo fue el Chelsea mediante un tiro al poste de Chukwuemeka.
El City había roto la prisión donde le había metido el Chelsea y lo demostró después del descanso. Guardiola empezó a agitar el banquillo cambiando de laterales y como por arte de magia su equipo empezó a desplegar el fútbol que nos tiene acostumbrados.
Mahrez decide
Sometió el City a una gran presión al Chelsea hasta que este hincó la rodilla. Los ataques se sucedieron hasta que Grealish se sacó de la chistera un pase medido para asistir a Ryad Mahrez, quien marcó a placer.
Ambos apenas llevaban unos minutos sobre el terreno de juego, pero resultaron decisivos para dar la victoria al City en campo de un Chelsea que empieza a complicarse la vida para estar en la Champions el próximo curso.