Redacción – Se tuvo que esperar a la última fecha para confirmar el éxito de un City que comanda la Premier sin discusión. Dos títulos de forma consecutiva, algo que no lograba ningún equipo desde que lo hiciera el United hace una década. Ahora la soberanía la tiene su vecino, ruidoso como le definió Sir Alex Ferguson con acierto, quien sabe si como premonición de lo que iba a suceder. Guardiola se corona en Inglaterra y estas son las claves que explican el triunfo de este curso en la liga más ajustada que se recuerda.

Exigencia competitiva

Nada está hecho y todo está por hacer. Esa fue una de las frases que repitió Guardiola hasta la saciedad, convencido de un discurso que también absorbió el vestuario. El éxito cosechado en la campaña anterior no relajó a un City que volvió a exigirse en Inglaterra y que se quedó tan solo a dos puntos de los 100: “No esperaba que hiciéramos estos números”, apuntó el técnico catalán, orgulloso del hambre de unos jugadores que no bajaron la guardia a pesar de ser los campeones de la Premier.

31 partidos con la puerta a cero

A pesar de destacar por su propuesta ofensiva, al City también hay que analizarlo por su fiabilidad atrás. El cuadro de Manchester ha adquirido los automatismos y ha encontrado en Laporte al líder de una defensa sólida. El ex del Athletic ha sido un fijo para Guardiola, necesario para explicar la consistencia del bicampeón. Kompany, sin embargo, quedará para la historia como el capitán que decidió el trascendental encuentro frente al Leicester con un tanto que le dio media liga al City.

El City-Liverpool

No se entiende esta Premier sin el partido que abrió el año 2019 entre los dos contendientes. Se impuso el cuadro de Manchester y fue capital el triunfo porque recortó la distancia con el Liverpool a cuatro puntos. En caso de haber perdido en el Etihad, los de Klopp hubieran puesto diez puntos de por medio, distancia casi insalvable teniendo en cuenta que no han perdido ningún otro partido en toda la temporada. Una derrota que ahora escuece, decisiva para un City que aprovechó varios empates de su rival.

El crecimiento de Bernardo Silva y Sterling

En agosto, tras ganar la Community Shield al Chelsea, Guardiola lanzó un mensaje contundente: “Bernardo y diez más”. Era el primer encuentro de la temporada y no le faltó razón. El portugués ha asumió el relevo de De Bruyne, mermado por las lesiones, y capitaneó en lo futbolístico al City. Se adaptó a todo, humilde en el aprendizaje de todos los conceptos, tan sobresaliente de interior como de extremo. Su rendimiento fue de 10. Un jugador que resume la esencia del juego de Pep.

Sterling, elegido como mejor jugador joven de la Premier, merece también su mención. El extremo inglés, víctima de varios incidentes racistas, se sobrepuso a las circunstancias para hablar sobre el terreno de juego. En su año más prolífico anotó 17 tantos en liga y repartió 12 asistencias, más que suficiente para que Guardiola no tuviera dudas sobre su peso específico. Se lo quiso llevar el Arsenal en su día pero el de Santpedor fue conciso: “De ninguna manera”. Raheem ayudó en esta reconquista.