La Juventus logró clasificar a la final de la Copa de Italia al empatar sin goles con el Inter de Milán porque ganó el primer partido 2-1 y eso le ajustó para lograr el pase al último partido.
La final será el próximo 19 de mayo contra el Nápoles o el Atalanta, que se miden este miércoles, por su decimocuarta Copa.
Ni el regreso del belga Romelu Lukaku y del marroquí Achraf Hakimi, ausentes en la ida por acumulación de tarjetas, logró romper el muro defensivo del Juventus, que con el partido de este martes solo recibió un gol en los últimos siete disputados.
Y eso que Achraf puso en serios apuros a la defensa juventina, llevando al límite al brasileño Álex Sandro y a Federico Bernardeschi, cuyo intento de mantener al marroquí en posición más baja no funcionó.
Sin embargo, todos los disparos del Inter terminaron repelidos por la defensa rival, en la que el turco Merih Demiral estuvo intratable al lado del holandés Matthijs De Ligt.
La joven pareja de centrales, de 21 y 22 años, que acumulan juntos la edad del portero Gianluigi Buffon (43), sustituyó de la mejor forma a Leonardo Bonucci y a Giorgio Chiellini, quien saltó al campo en los últimos minutos para blindar el empate a cero.
El Juventus se defendió con compromiso y tuvo buenas oportunidades al contragolpe, pero a Cristiano, que llegaba en racha tras el doblete de la ida y el gol al Roma del pasado sábado, le faltó pegada.
El luso lo intentó de forma peligrosa dos veces en la primera mitad, con ambos remates repelidos primero por el holandés Stefan De Vrij y luego por el croata Marcelo Brozovic, y tuvo dos grandes oportunidades en la reanudación, sin suerte.
Fue protagonista con una gran jugada personal, con regate al eslovaco Milan Skriniar y a Nicoló Barella, pero su disparo fue parado por el meta esloveno Samir Handanovic, perfecto también en otro intento de Cristiano desde posición favorable.
En el Inter, el técnico Antonio Conte, que no pudo contar con los chilenos Alexis Sánchez ni Arturo Vidal, salió con el danés Christian Eriksen desde el comienzo e intentó en la segunda mitad potenciar a la delantera con el croata Ivan Perisic, pero su equipo no pudo desequilibrar el choque.
El Nápoles y el Atalanta, rivales respectivamente del Granada y del Real Madrid en las copas europeas, se jugarán este miércoles la otra plaza en la final tras el 0-0 de la ida en el estadio Diego Armando Maradona.