Redacción – Un golazo del argentino Mauro Icardi en el 86 y un cabezazo de Matías Vecino en el 91 le dieron este martes un épico triunfo por 2-1 al Inter de Milán contra el Tottenham, en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
En el primer partido de sus carreras en la Copa de Europa, Icardi y Vecino castigaron a un Tottenham que había dominado el encuentro y que empezaba a saborear la victoria tras adelantarse gracias a un gol del danés Christian Eriksen.
Tras sumar una sola victoria en sus primeros cuatro partidos del año, el Inter estaba obligado a reaccionar en San Siro y logró una victoria de máxima importancia para mantener el paso del Barcelona, que arrolló 4-0 al PSV Eindhoven, en el grupo B.
Seis años después de la última vez, San Siro volvía a acoger un partido de la Liga de Campeones y hasta 70.000 aficionados del Inter, tres veces campeón de Europa (1964, 1965 y 2010), acudieron al feudo milanés para animar a los «nerazzurri».
Era un encuentro de gran exigencia para los italianos, en los que hasta cinco de los once titulares realizaban su debut absoluto en la máxima competición europea para clubes: Icardi, Vecino el esloveno Samir Handanovic, el eslovaco Milan Skriniar y Matteo Politano.
En frente, el Inter tenía a un Tottenham mucho más experto, octavo-finalista en la última Copa de Europa, aunque tocado, ya que llegaba a San Siro tras sufrir dos derrotas consecutivas en la Premier League, contra el Watford y el Liverpool.
En este contexto, ambos equipos empezaron el partido con máxima atención defensiva y con ritmos bajos, concentrados en no conceder espacios al rival más que en la búsqueda del gol de la ventaja.
El Tottenham, que contaba con más técnica en el centro del campo, con jugadores como Eriksen o el argentino Erik Lamela, gestionó más la posesión del balón y tuvo las mejores oportunidades de la primera mitad.
riksen lanzó una falta directa en el 13 que el meta esloveno Samir Handanovic logró despejar y, en el 37, ofreció un gran pase al hueco al inglés Harry Kane, quien arrastró el balón fuera en el intento de regatear al portero de los milaneses.
Trataba de coger confianza el conjunto «nerazzurro» y de entusiasmar a su hinchada, aunque su intento fue frustrado apenas cinco minutos después, cuando Erikesen adelantó al Tottenham con un disparo de pierna derecha que superó a Handanovic tras una determinante desviación del brasileño Joao Miranda.
La ventaja dio más tranquilidad a los ingleses, que empezaron a disponer de más espacios al contragolpe y que rozaron dos veces el segundo tanto con Lamela, cuyos intentos fueron despejados por dos grandes paradas del portero «interista».
A falta de veinte minutos para el final, el técnico del Inter, Luciano Spalletti, reforzó la delantera de su equipo con el senegalés Keita Baldé, una medida que el entrenador del Tottenham, el argentino Mauricio Pochettino, intentó contrarrestar al dar paso al medio defensivo Harry Winks por Lamela.
Los «nerazzurri» intentaron reaccionar, aunque la sólida defensa del Tottenham no temblaba y los centros lanzados para Icardi eran fáciles para el colombiano Davinson Sánchez y el belga Jan Vertonghen, más altos y más fuertes físicamente.
Necesitaba cambiar algo el delantero argentino para tener opciones de rescatar a su equipo y su dulce revancha tras un partido complicado llegó a cinco minutos del final.
«Maurito» se separó de la defensa inglesa y salió del área para recibir un centro del ghanés Kwadwo Asamoah y rematarlo con un tremendo derechazo desde los 17 metros que fulminó al portero holandés Michel Vorm.
El fútbol es un estado de ánimo y la diana de Icardi revolucionó completamente un encuentro que hasta ese momento estaba bajo control de los ingleses.
Empujados por su afición, los milaneses siguieron apretando y consiguieron el triunfo en el 91, cuando Vecino desató la euforia de San Siro con un cabezazo tras una acción a balón parado que permitió al Inter sumar tres puntos de enorme importancia de cara a su futuro en la Copa de Europa.
El uruguayo es el hombre del destino de los «nerazzurri», ya que hace cuatro meses anotó contra el Lazio el gol decisivo para sellar, también en el último minuto de ese partido, la clasificación a la Copa de Europa.