Redacción – Lewis Hamilton no tuvo rival en el GP de Japón de F1 y ya tiene el título a tocar tras lograr la victoria en una carrera que se convirtió en el gran ejemplo de lo que está siendo la segunda parte del Mundial de F1, un plácido paseo para el inglés, que no tuvo que hacer nada más que esperar otro drama de su rival para acercarse todavía más al cetro. Y eso mismo sucedió.
Vettel se volvió a meter en líos para despedirse casi de forma definitiva de la corona tras un toque con Verstappen mientras el actual rey se encaminaba hacia su victoria consecutiva, la sexta en las últimas 7 carreras. Triunfo número 71 para el de Mercedes en su trayectoria que le sirve para dirigirse con paso firme a igualar a Juan Manuel Fangio con su quinto título.
El británico amplió este domingo su ventaja en el liderato respecto al teutón hasta los 67 puntos, hundiendo un poco más a ‘Seb’ en otro fin de semana para olvidar para Ferrari. Así, Hamilton solo necesita sumar 8 puntos más que Vettel en Estados Unidos para ser campeón en Austin. Le basta por ejemplo con ganar y que Vettel no sea segundo.
Los transalpinos empezaron a perder sus opciones en clasificación con un error garrafal en la estrategia en clasificación que condenó a Vettel a tener que arriesgar saliendo desde la octava plaza. Salió con el cuchillo entre los dientes a por todas pese a saber que sus opciones eran mínimas. El alemán quiere morir con las botas puestas y no tiene previsto arrodillarse ante la superioridad final del vigente campeón y recuperó nada más y nada menos que cuatro posiciones en una salida espectacular. Fulmino a los dos Toro Rosso y a Grosjean en la primera vuelta y, al llegar a la chicane final, superó a Raikkonen después de que el Verstappen tocara al finlandés defendiéndose de forma demasiado agresiva.
El neerlandés fue sancionado con 5 segundos por la acción con el nórdico y, tras la entrada del Safety Car por un pinchazo de Magnussen por otra fea jugada del danés ante Leclerc, se produjo otro golpe al Mundial con Vettel de nuevo como gran perjudicado. En la resalida, el germano era virtualmente tercero por la penalización de Verstappen, pero no quería perder segundos tras el de Red Bull para tratar algo imposible, dar caza a los Mercedes. Por lo menos, quería optar a la segunda plaza de Bottas, aunque para ello debía arriesgar ante el siempre correoso Max. Pero ‘Seb’ se topó con un Max enfadado por la decisión de los comisarios y lo pagó muy caro. Vettel le metió el coche por el interior de la rápida y conocida curva de Spoon. Es cierto que lo hizo a la desesperada y con poca paciencia, pero la acción de Max volvió a ser discutible. Cerró la puerta de nuevo sin importarle que en su retrovisor ya no viera una mancha roja y la carrera de Vettel quedó totalmente arruinada. Trompo para Sebastian, que pasó del podio a la 19ª plaza.
«Os amo, chicos. Amo conducir este coche y amo este circuito. Estoy muy feliz. Gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Muchas gracias, chicos». Hamilton, en una nube. #JAPmovistarF1
Vettel no tiró la toalla y ‘reseteó’ sus fuerzas. Tocaba remontada. Y pese a lo tocado que tenía el coche, la superioridad de los Ferrari respecto a los equipos de la Segunda División de la parrilla es tal que el germano no tuvo ningún problema para colocarse sexto a mitad de carrera. Su próximo destino era Raikkonen, aunque su compañero ya estaba demasiado lejos para que Seb sumara algún punto más para tratar de alargar la espera de un Hamilton que en Japón no ganó el título, pero sí lo reservó para una de las próximas carreras.
Sainz puntúa y Alonso, penalizado
Carlos Sainz (10º) pudo lograr en Suzuka algo que parecía muy complicado, un punto en una pista en la que su Renault no se veía nada favorecido por su falta de potencia en recta. Sin embargo, el español, que salía 13º, forjó una buena actuación en la parte media de la tabla para finalizar décimo superando a Gasly en las últimas vueltas. El madrileño pasó al Toro Rosso con el rebufo de la recta pese a que el coche de los de Faenza presentaba en este Gran Premio un nuevo motor Honda con unos 40 caballos más de potencia con el que tenían que rendir mejor que los de la marca del rombo.
El madrileño ganó una posición en la salida y realizó un gran stint final tremendo con el neumático medio. Pasó a Marcus Ericsson con una bonita maniobra tras su parada y recortó a un ritmo frenético la ventaja que tenía Pierre para finalizar con un punto más en su casillero.
Por su parte, Fernando Alonso no pudo hacer nada para despedirse de Suzuka con unos puntos que se antojaban imposibles. El español debía intentarlo con uno de los peores coches de la parrilla, con muchos problemas aerodinámicos y falta de velocidad en recta. Pese a ello, el asturiano arrancó de forma increíble, ganando 5 posiciones en la salida. No obstante, sus pocas opciones se acabaron con una penalización injusta.
Stroll echó hacia la hierba a Fernando para defender su plaza y éste avanzó al canadiense tras una excursión en la chicane de Suzuka. No obstante, el español fue penalizado con 5 segundos.