Redacción – No se llega a la élite de un día para otro, tampoco para un City cuya grandeza empieza a gestarse desde 2008: “El club crece desde hace una década”, aseguró Guardiola, que no quiso ponerse la medalla de un mérito que es colectivo. Una cuestión que vino justificada por el acuerdo comercial con Puma, del que el catalán pudo aportar pocos detalles: “Es una pregunta para Ferran Soriano. Conoce a la marca, y la oferta por diez años espero que sea buena para ambas partes”, apuntó.

A Pep solo le importa lo que ocurre sobre el terreno de juego. Faltan diez jornadas para el término de la Premier y como dijo en su día Luis Aragonés, es ahora cuando se decidirá el título: “No sé si haber ganado previamente ayuda. No tengo ninguna teoría porque cada temporada es distinta”, subrayó el preparador del City, preocupado por el hecho de que en las últimas semanas “solo hay tiempo de descansar y recuperar, pero no de entrenar”, comprimido como está el calendario.

Aunque no es una excusa para el catalán, que sigue sin contar con Laporte y Fernandinho. El City, sin embargo, recupera a Delph y a Gabriel Jesus, buenas noticias antes de ir a Bournemouth, un lugar de grato recuerdo. Allí el campeón de la Premier inició el curso pasado una racha triunfal de dieciocho jornadas: “Hace mucho tiempo de aquello, así que no guarda relación con la situación actual. Ir allí siempre es complicado. El Chelsea perdió 4-0 hace poco”, recordó Guardiola.

El Bournemouth es un rival peligroso, escollo cuando juega en su cancha: “Aún hay treinta puntos en juego y van a seguir pasando cosas”, consciente de que el punto que ahora les separa con el Liverpool puede cambiar en cualquier momento. Pep se congratuló del estado físico de Kompany, irregular como pocos pero importante cuando está a tono: “Es inteligente, entiende cómo jugamos y es capaz de jugar al máximo nivel tras dos meses de ausencia”, analizó Guardiola, que puede recuperar el liderato el sábado.