Redacción – Era el Leicester el equipo de los disgustos, catalogado como gran enemigo entre los grandes de Inglaterra. Puso en jaque al Chelsea, al City y recientemente al Liverpool en Anfield aunque no pudo hacer lo propio con un United que se impuso en el King Power Stadium con sufrimiento para seguir metiendo presión a Arsenal y Chelsea (0-1). Otro triunfo de prestigio para Solskjaer, que a pesar del bache ante el Burnley aprueba con nota el master acelerado que inició un par de meses atrás.
No deja de crecer el conjunto de Manchester, maestro en la gestión. Llegó pronto el 0-1 tras una acción brillante de Pogba. El impacto del internacional francés es indiscutible desde la salida de Mourinho, comprometido como nunca, inicio y final de los éxitos del United. Recuperó el balón y filtró un pase a Rashford, que celebró su centenar de encuentros en Premier con una definición de categoría, posterior a un control exquisito que le dejó solo ante el arquero rival (9’).
El United fue un equipo académico, calculador tras esa ventaja tempranera. Nada extraño ante un Leicester horrible en su hogar después de haber sumado tan solo cuatro triunfos esta temporada. Aunque reaccionó con convicción y niveló un choque con más insinuaciones que con certezas del cuadro local, que no llegó a inquietar a De Gea. No pasó apuros el United pero se le vio saturado en algunos tramos tras un mes de enero exigente, tanto como lo será febrero con la Champions.
Se templó el ritmo en el segundo tiempo pero se expuso el United al disgusto, apenas sin llegar al área rival. Lo hizo, en cambio, un Leicester que rozó el empate tras un remate acrobático de Vardy que salvó sobre la línea De Gea. Un aviso para los de Old Trafford, algo conformistas tras un 0-1 escaso ante el ímpetu del Leicester, frustrado tras otra mano prodigiosa del arquero español a un libre directo de Ghezzal. Se percató de ese peligro latente Solskjaer, que gestionó el tramo final con las entradas de Martial, Lukaku y Jones.
Su homólogo hizo lo propio, atrevido e incluso desbocado, dañino en jugadas de estrategia. Sufrió en exceso el United, condenado por no haber sentenciado con anterioridad. Aunque como le pasó en otras ocasiones, maduro y solidario, resistió en el sprint final, encerrado atrás para certificar un triunfo vital. No conoce la derrota aún Solskjaer, héroe de un equipo que sigue haciéndose fuerte antes de recibir la visita del PSG en Europa. Una escalada que aún no ha llegado a su fin.
