La Juventus de Turín, rival del Barça en la liguilla de la Champions, se llevó la victoria ayer por 3-0 ante el Nápoles sin tener ni siquiera que jugar.

El club ‘bianconeri’ se presentó en su estadio, al igual que los árbitros, para medirse al equipo que dirige Gatusso, pero el Napoli, como ya avisó el día anterior, no voló a Turín para jugar. ¿El motivo? El Napoli no viajó a Turín para el partido después de que las autoridades sanitarias locales ordenaron al equipo en cuarentena después de que dos jugadores dieron positivo por el coronavirus: los mediocampistas Piotr Zielinski y Eljif Elmas. La Lega italiana emitió un comunicado por la tarde anunciando que el partido se jugaría y la Juventus, pese a que el presidente del Nápoles, Aurelio de Laurentiis llamó a su homólogo de la Juve para pedir el aplazamiento, siguió con su rutina y acudió al Allianz Stadium. El árbitro esperó los 45 minutos reglamentarios y dio el choque por finalizado.

El Nápoles presentará un recurso ante el Juez Deportivo dado que insiste que no voló por motivos de fuerza mayor y que simplemente cumplió con las recomendaciones que recibió del gobierno regional de la Campania.

Vincenzo Spadafora, ministro de deportes de Italia, dijo que también hablará sobre el tema con los jefes de la federación italiana de fútbol y la liga, en dos reuniones ya programadas para el lunes. “El protocolo propuesto por la FIGC y validado por el Comité Técnico-Científico intentó hacer que el fútbol italiano fuera seguro para permitir el reinicio que todos querían”, dijo Spadafora. El Nápoles había solicitado que se pospusiera el partido, pero el protocolo de la liga italiana para los casos de COVID es el mismo que las reglas de la UEFA. Si un equipo tiene 13 jugadores disponibles, incluido un portero, el partido se juega.