Redacción – Ferrari va muy rápido, pero a su vez, tiene que trabajar en la fiabilidad. Mientras los Mercedes han rodado sin parar día tras día a excepción de una tarde, Ferrari ha ido alternando mucha velocidad en pista pese a que se guardó mucho rendimiento, con fallos de fiabilidad propios de juventud del coche. Pese a tratarse de una pura evolución del monoplaza de 2018, el SF90 ha mejorado y mucho y los italianos deberán ahora centrarse en los contratiempos que han ido teniendo durante estos ocho días.

Una jornada sufrieron e la refrigeración del motor, el jueves Leclerc se quedó parado al final de la sesión por un contratiempo en el escape, y el miércoles los italianos vieron comprometido su trabajo sin poder casi rodar por un accidente de Vettel que Ferrari asegura que fue originado por un elemento externo. Los de Maranello han tenido muchos más errores en el coche que sus rivales de Mercedes, que han trabajad a la sombra sin parar aunque dejando claro que los transalpinos son media décima más veloces.

Por ello, Mattia Binotto, Team Manager de Ferrari, no dudó en destacar al mediodía que debían seguir trabajando sobre todo para solventar todos los fallos del coche antes del inicio del campeonato. Los test son el momento en el que deben aparecer dichos errores y lo han hecho, y ahora los transalpinos deberán emplearse a fondo para no solo tener un vehículo veloz en Australia que les permita vencer, sino también un monoplaza consistente y fiable.

Y unas horas más tarde, en plena simulación de carrera de Vettel, el alemán se quedó parado entre la curva 3 y la 4 cuando sumaba 110 giros por un problema eléctrico en su SF90. Test finalizad para los de Maranello de la peor manera posible, generando dudas en todos. Una sensación agridulce después de que todo el mundo crea que Ferrari es el mejor coche actualmente de la parrilla.