Redacción – El Manchester United sigue en caída libre, eliminado contra pronóstico de la Copa de la Liga por el Derby (2-2, 7-8 tras penaltis), equipo del segundo eslabón del fútbol inglés. Sorprendió Lampard a Mourinho, escondido en el banquillo durante el primer tiempo, retratado e impotente en el segundo después de que un rival tremendamente inferior le pasara por encima.
Tan solo Fellaini fue salvavidas del portugués al enviar la eliminatoria a la tanda de penaltis, aunque allí el Derby se impuso para constatar que el ciclo de Mourinho se acaba en Old Trafford, cada día con menos adeptos y con menos argumentos en su proyecto.
Sin Pogba, a quien Mourinho decidió dar descanso, empezaron los rumores: “Rotaciones”, dijo el portugués en la previa, aunque ‘The Times’ informó que ha decidido quitarle la capitanía.
El United se dio prisa por encarrilar la eliminatoria de los dieciseisavos de final. Lo necesitaba, no tanto para disipar dudas como para ganar algo de tranquilidad. Martial, novedad en el once, domesticó un balón que viajó de derecha a izquierda, con varios pases al primer toque hasta que Mata, con delicadeza, ajustó a la base del palo (3’). La celebración no fue excesiva en el estadio, exigente con su equipo.
No se amilanó el cuadro de Frank Lampard, que se reencontró con Mourinho después de que el portugués le entrenara en dos etapas en el Chelsea: “Es uno de los mejores profesionales que he tenido”, dijo sobre su ex pupilo. Tenía ganas de demostrar que también lo es en el banquillo, ahora a cargo del Derby en su primera experiencia. Y su equipo dio la talla, aunque desaprovechó una clara ocasión en la que Romero corrigió el despiste de Jones y de Young.
No se desesperó, ilusionado con dar la sorpresa en Old Trafford. Y de entrada le robó la posesión al United, cada vez más incisivo hasta que en el segundo tiempo empezaron a caer las ocasiones, a cada cual más clara. Intervino con reflejos Romero a un remate de Wilson pero nada pudo hacer minutos después con un lanzamiento magistral de libre directo del propio jugador galés, que envió un misil a la escuadra para silenciar el feudo del United (59’).
Pero lo peor estaba por llegar para el United, que no escapa de la pesadilla cuando juega en casa. Romero fue expulsado por unas manos fuera del área y el cuadro de Mourinho se quedó con diez a falta de veinte minutos, obligado a cambiar a Mata por Grant, que debutó de forma inesperada. Y lo hizo con seguridad, aplaudido por su hinchada y autor de una buena parada a un cabezazo de Jozefzoon. No pudo aparecer a cinco minutos para la conclusión, cuando Marriott culminó una jugada coral del conjunto visitante, que dejó helado a la hinchada del United.
El 1-2 sembró el pánico en Old Trafford, atónito ante lo ocurrido, incrédulo al ver que su equipo estaba a pocos minutos de caer eliminado a manos del Derby. Pero aún le quedaba una vida al United, a la heroica en el descuento, desatado cuando Fellaini igualó sobre la bocina con un gol típico del belga, que cabeceó un centro medido de Dalot (95’) para enviar el cruce a los penaltis. Y allí, muerte súbita. El Derby hizo justicia y, tras una tanda agónica, eliminó la United. El fútbol es justo a veces. Mourinho, contra las cuerdas.