Redacción – El Bayern superó con suficiencia al Fortuna en Düsseldorf para amarrar de nuevo el liderato de la Bundesliga tras el triunfo del Borussia Dortmund el sábado ante el Mainz (2-1). El conjunto de Kovac, de menos a más, echó mano de la versión más efectiva de Coman para despachar a un rival timorato y enclenque durante todo el choque. La única mala noticia para el cuadro bávaro fue la lesión de Manuel Neuer, que tuvo que abandonar el partido al comienzo del segundo tiempo por lesión.
El mando de Thiago, la inteligencia de Kimmich para detectar grietas en la zaga local y el martillo de Coman y Gnabry, dos puñales por las bandas, le bastaron al Bayern para encarrilar el triunfo en una primera parte sin grandes alardes. Sostenido en la retaguardia por el triángulo defensivo formado por Süle, Hummels y Javi Martínez, que cortaron de raíz cualquier conato de contragolpe del Fortuna, el equipo bávaro supo desde los primeros compases que las ocasiones y los goles caerían por su propio peso en cuestión de minutos.
Avisó el cuadro visitante con una internada de Gnabry por el flanco derecho que acabó con el balón en el palo. Ya no perdonó más el Bayern, que abrió la lata con un centro de Coman desde la izquierda al corazón del área que no llegó a rozar Müller y despistó a Rensing antes de colarse en su portería. Hasta ahí duró la resistencia del equipo de Funkel, acogotado en su área e incapaz de asomarse al balcón del área de Neuer.
A cinco minutos del descanso, una buena combinación colectiva originada por Coman acabó en la banda derecha, donde Gnabry filtró un balón al desmarque de Kimmich para que el alemán le pusiera un pase de la muerte a Coman, que definió por la escuadra con la zurda al primer toque.
El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros, solo alterado por la extraña lesión de Neuer, que pidió el cambio a los 7 minutos de la reanudación. Un minuto después, en el 53, Gnabry aumentó la renta poniendo el broche a una gran jugada de estrategia. Centro desde el córner de Thiago, peinada de Müller al segundo palo y el extremo, de espuela, embocaría el balón al fondo de la red.
El duelo no dio más de sí hasta el colegiado, a instancias de la revisión en pantalla, señaló un penalti por manos de Hummels tras un rechace de Thiago (87’). Lukebakio transformó desde los once metros para poner el 1-3 y en el descuento, Goretzka aprovechó un balón muerto dentro del área para certificar una goleada que se vio venir desde el inicio del choque.