Redacción – Le Tocaba jugar bien como en muchos partidos de esta Champions, marcar fuera de casa y ganar. El Barça cumplió con la primera parte del trato con fases de muy buen fútbol en Lyon, encerrando al rival con una presión alta y determinación pero le faltó acierto ante el marco de Anthony Lopes. Creó peligro el equipo francés pero los de Ernesto Valverde fueron superiores y merecieron mucho más que un 0-0 que deja la eliminatoria abierta para la vuelta del miércoles 13 de marzo en el Camp Nou. Si debía ser un empate, que fuera con goles. Son ya seis partidos a domicilio en eliminatorias con solo un tanto y Luis Suárez, el ‘9’ del Barça, suma casi 25 horas sin ver puerta lejos de Barcelona en la Champions.

Era un día para dar un golpe encima de la mesa y Valverde no apostó esta vez por Vidal como en los anteriores nueve partidos de visitante. Eligió a Sergi Roberto delante de Semedo en la banda derecha, como en la segunda mitad del 5-1 al Madrid, seguramente para contener a Ferland Mendy y proteger la espalda de Messi, siempre con libertad. Enfrente, Bruno Genesio dispuso el 4-2-3-1 con pólvora: Aouar en el doble pivote, Depay de enganche, Traoré y Terrier en las alas y Moussa Dembélé en el eje.

Nadie quería especular. Se vio en un arranque trepidante, con un Barça más reconocible y fiero apretando arriba y un rival respondón que no dudó para poner a prueba a Ter Stegen. Con otra actitud y más determinación pisando campo contrario, los azulgrana ahogaron la salida de balón del Lyon. Si Valverde habló de presión en la previa, el equipo la aplicó en otro sentido para robar pronto y meter miedo. Así llegó un robo de Sergi Roberto para Messi, derribado por el amonestado Aouar cuando enfilaba a Lopes en el 3’. Respondió Traoré en el 5’ con un disparo lejano que abortó Ter Stegen, espléndido también en el 9’ al desviar al larguero un trallazo de Terrier.

El Barça se repuso de los dos sustos de un oponente sobrado de talento pero inferior globalmente. Los culés se acercaron a los niveles de fútbol de posición de las visitas a Tottenham e Inter con fases largas de combinaciones de lado a lado llegando a asediar a los de Genesio. Hasta seis veces remató entre el 12’ y el 19’ con Dembélé (fuera), Messi tras robar la cartera a Depay (Denayer desvió), Rakitic tras un rondo largo (fuera por poco), Leo tras el típico pase de Leo (alto) y Dembélé después de un recorte genial a Dubois (paró Lopes). El Lyon respiraba contra un muy buen Barça, en modo Champions, pero falto de un acierto que es oro en Europa. Y más a domicilio.

Pero la bola no entraba y la ansiedad se apoderó de los azulgrana en algunas contras con clara superioridad numérica. Dembélé y Messi no se acabaron de entender y a Suárez se le vio errático y por momentos muy desplazado a la cal izquierda. Semedo y Alba abrieron bien las bandas con ‘Busi’ de guardaespaldas. Eso sí, el Lyon no se amilanó y explotó algún resquicio en la zaga del Barça. Peligro latente cuando cruzó la divisoria, con Depay de enganche, Piqué se cruzó en un remate de Dembélé y Terrier disparó alto al filo del descanso.

Nada cambió en la reanudación. Dominio azulgrana con posesiones largas pero el Lyon, cuyo 0-0 no era tan malo ante la sequía culé fuera, volvió a mostrar sus garras con un remate cruzado de Depay que lamió el poste (51’). Nada de extrañar siendo el OL el líder de disparos por partido (17) en la Ligue 1. Perdió ciertas revoluciones la presión de un Barça queriendo llegar en exceso hasta la cocina y sin finura en los metros finales para dar un zarpazo letal y necesario. Buscó mucho y mal a Messi y se estiró como no tocaba. Lenglet y Piqué, magníficos al corte, evitaron malos mayores. Fue poco rato, quizá para coger aire.

A media hora del final, el Barça replicó. Suárez rozó un remate franco en el área chica a pase de Leo pero se durmió y luego Messi fusiló a un atento Lopes. Era el momento. Mientras Valverde sacrificó a Dembélé por Coutinho mientras Genesio, temiendo el arreón final, quitó a Traoré por Tousard, un medio defensivo. Y en el 70’ llegó, ‘Cou’ habilitó a Alba y este encontró a Suárez. Se cantó el gol pero su zurdazo se perdió por los pelos. Coutinho por dentro y Jordi por fuera exigieron a Dubois, marcado por una amarilla. El brasileño chutó también, Lopes no falló. También Alba fuera. Era un acoso.

Salió Arturo Vidal a nueve del final por Sergi Roberto, el Lyon pedía la hora y Lopes se agigantó de nuevo para echar a córner un derechazo de Busquets. Hasta Messi dispuso de una falta que repelió el muro. Mereció más el Barça, con 25 disparos (cinco a puerta) pero el partido murió ante el jolgorio local. El Olympique, que sigue invicto en esta Champions, irá con vida a Barcelona.