Redacción – El irlandés Shane Lowry, 32 años, levantó este domingo en el Royal Portrush con todo merecimiento la Jarra de Plata en la 148ª edición del British Open que por segunda vez en la historia se disputaba en Irlanda del Norte. Lowry es el quinto irlandés que conquista el Grand Slam más antiguo del golf tras Fred Daly (1947), Padraig Harrington (2007 y 2008), Darren Clarke (2011) y Rory McIlroy (2014). Lo hizo tras una dura y complicada última jornada con lluvia, viento y unas condiciones de juego que por momentos fueron dantescas. La fiesta en el hoyo 18 fue total. El jugador, liberado de la tensión, emergió entre la muchedumbre, se quitó la gorra, levantó los brazos entrando en el green, respiró y vivió como se merece un momento tan emocionante e histórico.
Vista la escabechina en forma de bogeys, doble bogeys y sufrimiento por doquier, Lowry acabó firmando una última vuelta de 72 (+1) golpes, para 269 (-15). Segundo quedó el inglés Tommy Fleetwood, con 275 (-9) mientras tercero en solitario se coló el americano Tony Finau (277, -7), compañero de partido de un Jon Rahm que finalmente ocupó la 11ª plaza compartida a 12 golpes del campeón.
Fleetwood fue el único que intentó plantar cara a Lowry. Al final, todos los perseguidores fueron cayendo como moscas: Westwood, Koepka, Fowler, Rose, Thomas, el propio Rahm…. Aún así Koepka cerró un año en los Grand Slams de ensueño con un 2º puesto en el Masters, un 1º en el PGA, un 2º en el Open USA y un 4º en el British.
Los 6 golpes de ventaja es la mayor distancia de un campeón respecto al segundo en el British desde el triunfo de Louis Oosthuizen en Saint Andrews en 2010 (7 golpes)
Lowry tenía el sábado un asa de la Jarra agarrada, pero aún faltaba la otra y tuvo que sufrir lo suyo para conseguirla. Tuvo que pelear con varios de los mejores jugadores del mundo y con un tiempo que fue muy malo, otro rival más. Se dio lluvia muy fuerte y rachas de viento que llegaron a los 50 kilómetros por hora. De hecho, las salidas se adelantaron dos horas por ese temporal anunciado.
El resto de mortales jugadores sólo podían esperar un descalabro del líder que no se produjo. Fleetwood lo más cerca que estuvo de Lowry fue a 3 golpes al inicio, en el 1 y 2 tras el bogey del irlandés en el primer hoyo. Lowry tiene aspecto bonachón y es profesional desde hace diez años.
Visto lo visto el sábado hubiera sido cruel pensar en un mal día de Lowry, como sucedió hace tres años en Oakmont cuando salió líder el domingo en el Open USA de 2016, con cuatro golpes de ventaja sobre Dustin Johnson y Andrew Landry, y acabó claudicando con una vuelta de 76 golpes. Ese Open USA lo ganó DJ.
Este domingo Lowry sumó su quinta victoria como profesional, y lógicamente la más importante y anhelada: Open de Irlanda 2009, Portugal Masters 2012, Mundial Bridgestone 2015 y el Abu Dhabi Golf Championship a principios de año. El palmarés no por corto es de medio pelo. Ya tiene en su haber un ‘grande’, un Mundial, un Rolex Series, el Open de su país y en los ‘majors’, el 2º puesto en el Open USA 2016