Redacción – El Atlético de Madrid derrotó al Mónaco en su primer partido de la fase de grupos de la Champions League.
El equipo español remontó el marcador. Grandsir adelantó a los de Jardim y Diego Costa y Giménez dieron la vuelta al marcador antes del descanso. Nubes y claros, pero una victoria muy, muy necesaria.
Vaya por delante, antes de nada, que el césped del Louis II era impropio de un partido de Champions League. Lo que se apuntaba en la previa se confirmó en cuanto Jaime Collum tocó el silbato. Blando, levantándose continuamente, con el balón dando botes… Impracticable.
El Atlético comenzó muy bien, mandando, con balón y sin el, tocando y buscando pases en profundidad a Diego Costa. Así llegó la primera ocasión en el minuto 6, con un pase de Griezmann entre líneas que el de Lagarto mandó cruzada por poco.
A partir de ahí, el Mónaco creció, y el Atleti menguó. Ndoram avisó con un disparo desde fuera del área que rozó la cruceta. Las pérdidas rojiblancas en la medular daban alas a los del Principado para que ejecutaran el plan de Jardim. Robar y correr. Tras un inicio prometedor, el cuadro colchonero había perdido totalmente el control del juego. Y poco después iba a ser penalizado.
Porque Saúl quiso controlar un balón con el pecho en el área, y Falcao le robó la cartera. Y porque Correa, en vez de despejar el centro del colombiano, quiso controlarla en lugar de despejar. Y el balón le quedó a Grandsir para que metiera la puntera y batiera a Oblak. 1-0, minuto 17. Y con Falcao, ya con amarilla por un codazo, jugándose la segunda por otro codazo a Giménez.
En medio del desconcierto colchonero, Aholou pudo hacer el segundo con un zurdazo desde fuera del área, pero Oblak metió la mando para mandarla a córner, Ahí, reaccionó el Atlético. Lo hizo con Rodri volviendo a coger el mando en la medular y jugando fácil y de primeras, mirando siempre adelante. Lo hizo Koke, que buscaba a Griezmann entre línea tras recibir de Godín.. Y le encontró, para que el francés, también de primeras, habilitara a Costa, que ante Benaglio, definió a la perfección por abajo. Lo necesitaba el hispano-brasileño. Cuatro toques y gol. Lo necesitaba el Atleti.
El tanto calmó a los rojiblancos, que tenían el balón y trataban de circularlo a pesar de la presión monegasca y del estado del césped. Correa daba la de cal y la de arena, como casi siempre, por la banda, pero lo intentaba. En el descuento del primer acto, forzó un córner tras un taconazo para Griezmann. Lo sacó Koke. Y lo cabeceó Giménez, imperial en el salto, para a Benaglio se le doblaran las manos y llegara el 1-2 al electrónico. Protagonista el vallecano en los dos goles. También lo necesitaba. Descanso.
Comenzó la segunda parte con Koke por el medio y Saúl por la izquierda. Rodri seguía mejorando todos los balones que pasaban por sus botas. El Mónaco no cambiaba su plan (más allá de la entrada de Mboula por un desaparecido Chadli), esperando en su campo, y el Atleti tocaba a placer, sin demasiada prisa, buscando huecos. El marcador ya jugaba a su favor. Y el tiempo, claro.
Rodri y Koke mandaban en el medio y en el encuentro. Marcaban el ritmo, sin arriesgar, buscando un ataque letal para hacer el tercero. Cedió metros el Atlético. O los ganó el Mónaco, que sufría con balón salvo que lo cogiese Tielemans. Y aún así… Falcao lo seguía intentando, batallando en su guerra contra todos para general peligro.
Simeone (que aunque estaba en la grada, manda) quitó a Correa para meter a Lemar. No estuvo muy acertado el argentino), mientras el francés entró entre los aplausos de la que fuera su afición hasta hace unos meses. Más control de balón. Pero fue lo contrario, porque el Mónaco, lógico, dio un paso al frente y el Atlético perdió el control. Griezmann ya estaba fundido. Costa, un islote. No movía ficha el Cholo, y el partido parecía demandarlo a falta de diez minutos. Giménez, sobresaliente, sacaba todos los balones por alto. El único al que no llegó, y no estaba en su zona, fue a uno que cabeceó Glik y que se marchó cerca de palo.
No hubo tiempo para más. El Atlético volvió a ganar. Y lo hizo en su estreno en Champions. Despertaron los rojiblancos. Tres puntos para empezar.