Redacción – Dani Alves tiene una propuesta para renovar con el París Saint Germain desde hace semanas pero, durante una entrevista con ESPN FC, ha manifestado que no la firmará hasta que quede claro que las dos partes quieren ir en la “misma dirección”.
El lateral de 36 años está feliz en Francia. No obstante, reconoce que jugar en la Premier League sigue siendo uno de sus objetivos y tampoco cierra la puerta a tener una aventura futura en la MLS.
El pasado mes de marzo ESPN informó que el futbolista brasileño había llegado a un principio de acuerdo para continuar en el Parque de los Príncipes al menos una temporada más.
El tema económico está resuelto desde entonces, pero Alves deja caer que necesita también conocer el proyecto deportivo del club antes de poner firma a ese pacto verbal.
“De momento no he firmado la renovación. Ellos, el PSG, saben que yo quiero una dirección y que quiero ayudar a este club a cambiar su historia. Pero no sé si es la misma sensación que tiene el club o los que mandan en él. Puedo aportar mucho para el PSG y si no es así, pues veremos”, dijo con rotundidad a ESPN FC el jugador brasileño.
“El único apego que tenía era con mi mamá a través del cordón umbilical, y me lo cortaron. Soy libre y de los que piensa que uno más uno es uno, y no dos, ya que trabajan juntos. Si estamos en la misma dirección, seguiremos, si no, no”.
Alves aterrizó en París en el verano de 2016. Fue una sorpresa. Parecía tenerlo todo acordado para reunirse con Pep Guardiola y firmar por el Manchester City. Sin embargo, el lateral explica que tras una temporada en la Juventus el cuerpo le pidió aceptar otro reto diferente en el PSG.
“Había pasado un año no muy agradable en Italia, en Turín,” reconoce Alves antes añadir: “Me sentí engañado, ya que no me encontré lo que me dijeron. Y esa es la peor sensación. Hice historia en la Juventus y puede preguntar cómo era Daniel Alves como trabajador. No hay nadie que no esté enamorado de mí. Otra cosa es mi relación con los que me llevaron ahí y lo que me habían dicho. Esa es mi decisión. Respeto mucho a la historia y a la Juventus. Dejé muchos amigos. Si la gente está feliz todo vuelve. Sentí que me fallaron y me fui de Turín”.
El jugador siempre ha meditado mucho sus decisiones. Antes de llegar al Barça, en España, Dani Alves, jugó en el Sevilla. Allí pasó cinco años y José María del Nido, entonces presidente del club andaluz, pudo venderlo varias veces. Liverpool, Chelsea y, sobre todo el Madrid estuvieron muy cerca de ficharlo. Ninguno pudo finalmente conseguirlo y el brasileño celebra especialmente que su traspaso al club blanco nunca llegara a concretarse.
“Estuve al 95% de fichar por el Madrid, pero Del Nido es muy peleón,” recuerda. “Estaba también el Chelsea y empezó a jugar conmigo. Negociaba con uno y al otro le decía que pagaba más. Llegó el momento y al final no salí del Sevilla. Casi fui al Madrid, pero el destino dijo que no, que mi historia era con el Barcelona, como había soñado de pequeño. Y los sueños hay que cumplirlos, no las pesadillas. Agradezco no haber ido al Madrid y sí al Barça, por supuesto”.
Aquella esperada llamada desde el Camp Nou llegó en el verano de 2008 y en esa ocasión Alves reconoce que no tuvo dudas.
“Cuando me enteré que me querían dije que no hablasen con nadie más”, admite. “Tenía claro que mi historia en el Sevilla ya estaba hecha y dije que o fichaba por el Barça o no jugaba más para el Sevilla. Ya habían jugado dos o tres años con mi futuro. Con el presente igual sí, pero con el futuro, no. El Barça estaba en plena transición, vino Guardiola y dijo que me quería. Y sabía que me iba a ir sí o sí”.
Pronto Alves supo que tomó la decisión correcta. Allí vivió sus mejores momentos y aprendió de un Guardiola al que todavía recuerda con cariño.
“No me puedo quejar de cómo me fue con Guardiola. Sólo tuvimos un rifirrafe y se arregló,” explica. “Para mí la virtud de Guardiola es que decide con la mano en el corazón, pero él decide, y eso es lo que me gusta, aunque te esté doliendo. Piensa siempre en el bien del sitio donde ha crecido y donde ha hecho historia como jugador o entrenador y no quiere dañar. Si extraes tanto, lo que puedes hacer es equivocarte, y a él eso no le gusta, ya que es perfeccionista. Y a veces él se aparta para no equivocarse. En el último año ya no sentíamos a Pep así, ya que él es un p… genio”.
Guardiola decidió abandonar a Alves y al Barcelona después de caer eliminados en las semifinales de la Champions League del curso 2011-12 ante el Chelsea. Triste y dolido por no poder acceder de nuevo a la final, Guardiola, “vaciado”, tal y como reconoció en su despedida, decidió iniciar un año sabático lejos del Barça y sus chicos.
“Pep había decidido irse y había tomado la decisión antes del partido ante el Chelsea. Ya nos lo había extraído todo,” comenta un reflexivo Alves. “Pienso que fue sincero, ya que él es muy perfeccionista y quiere que todo el mundo lo sea. Un ejemplo: si das un pase que no facilita la vida del compañero, vuelve a repetir la jugada. No quiere que nadie pierda el tiempo y que se ralentice el juego ni que seas un chupón. Él cree en el poder colectivo, como nosotros. Nosotros éramos la cereza del bolo, pero no el bolo de cerezas.”
Todavía con Guardiola como entrenador del Barcelona Alves dijo una de las frases más recordadas de aquella época. “Si Pep me dice que salte por la ventana, lo hago; seguro que hay algo bueno”. Años después, y con ESPN FC de testigo, el propio jugador se sinceró: ¿Si saltaría ahora? No, ahora él no está (risas). Si me lo dice porque se ha enfadado conmigo no, que igual hay una trampilla”.
Alves decidió rechazar la propuesta de Guardiola para reunirse con él en el City, pero a sus 36 años aún se ve jugando en la Premier League antes de poner fin a su carrera después del Mundial de Qatar del 2022.
“El objetivo es ése, y lo tengo aparcado ahí, pero vamos a vivir el presente”, dice cuando se le pregunta por si aún le gustaría tener una experiencia en el fútbol inglés. “Sé que hay muchas cosas hasta 2022, pero un rascacielos no se hizo de hoy para mañana. Tengo eso presente y quiero estar en un sitio que me permita competir por estar en el Mundial y a partir de ahí lo pondré todo encima de la mesa y lo que tengo para ver qué hacemos, si continuamos aquí y si no seguiré aportando en otro sitio”.
“(Jugar en la Premier) no es que sea un sueño, he dicho que me gustaría (hacerlo), ya que mis sueños por mis narices que lo consigo. Es un campeonato apasionante por el respeto que tienen y lo que me mueve es que la gente respeta al profesional. Si se entrega por su equipo y sus colores, lo respeta. Y aquí, en el resto de Europa parece que si no ganas no se te respeta. Ese problema yo no lo tengo. Soy un ganador”.
Del mismo modo, Alves tampoco cierra la puerta a seguir los pasos de otros iconos del mundo del fútbol como Zlatan Ibrahimovic o Wayne Rooney para colgar las botas en una MLS que considera muy atractiva.
“La gran mayoría de cosas que hacen en EEUU apetecen,” admite el brasileño. “Decir lo contrario sería mentir. Por organización, estructura, por la grandeza por cómo ellos hacen las cosas y la excelencia que ellos tienen, eso atrae mucho a todo el mundo. Si no fuese agradable nadie hablaría de ir a poder probar allí. Cuando se habla es porque sabe de lo importante que es y el crecimiento que a va continuar teniendo. Y claro, un ojo siempre está puesto ahí, sin duda”.