La bandera blanca que mostró Lionel Messi luego de su tenso conflicto con la directiva y sus explosivas declaraciones ante la salida de Luis Suárez no calmaron los ánimos en Barcelona. La moción de censura contra el presidente Josep Maria Bartomeu avanza y el escenario podría tomar un camino vertiginoso: aseguran que el máximo directivo evalúa renunciar si finalmente se validan los votos en su contra.

El diario catalán La Vanguardia informó en las últimas horas que el dirigente le comunicó en privado a algunos miembros de la dirigencia que tiene en su mente la posibilidad de dar un paso al costado. Todo estará atado a la certificación de las firmas de los socios que se presentaron a mediados de septiembre con la intención de abrir un proceso de destitución de Bartomeu. Se precisan 16.521 adhesiones para autorizar este mecanismo y el citado medio aseguró que a grandes rasgos ya se validaron 7.000. Todavía restan investigar alrededor de 13.000, de las cuales se necesitan autorizar 9.521 para llegar al corte necesario.

El medio El Periódico explicó que sólo el 3% de los 20.687 votos presentados fueron anulados hasta el momento en el control que están realizando. Si finalmente llegan al número necesario, Bartomeu podría dar un paso al costado de antemano, algo que podría dar a conocer en la reunión de junta programada para el 12 o 13 de octubre, apenas unas horas después de que la mesa de certificación informe el resultado final de las validaciones, según explicó La Vanguardia.

En medio de la crisis que se intensificó por la apabullante derrota en Champions League ante Bayern Múnich, Bartomeu había decidido colocar las elecciones presidenciales para “el primer día de partido a partir del 15 de marzo de 2021”. Días antes, el dirigente ya había aclarado que no tenía intenciones de exponerse otra vez a las urnas: “Es un placer y un honor, pero volver no es una buena decisión. Hay que dejar pasar otras personas. Conozco gente que tiene ganas y energías. Cierro etapa. No es bueno para el club tener presidentes anteriores”.

Eso no frenó los deseos de removerlo de su puesto y el 26 de agosto el precandidato presidencial Jordi Farré se encargó de impulsar la moción de censura que hoy lo tiene en la cornisa. “Acabo de presentar escrito para solicitar el voto de censura contra Josep Maria Bartomeu y toda su junta directiva, no pueden estar ni un minuto más al frente del club. Es hora de hechos y no de palabras”, informó por entonces Farré.

Con las firmas en plena validación, Bartomeu entiende que sería “someter a un estrés” al socio y al club porque deberían llevarse a cabo dos elecciones si las autoridades sanitarias lo deciden: la del referéndum de su mandato que se tiene que celebrar en los siguientes 10 o 20 días hábiles tras la validación de las firmas (se necesitarán un 66,6% de los votos en ese escrutinio para provocar su salida) y las elecciones presidenciales posteriores.

Teniendo en cuenta que el 9 de octubre es el día definitivo para la autenticación de los votos en la moción de censura, ese referéndum tendría que pautarse para fines de este mes o comienzos de noviembre. La Vanguardia detalló que si Bartomeu y la juntan deciden abandonar el cargo, se creará una Comisión Gestora que estaría a cargo del actual responsable de la Comisión Económica, Carlos Tusquets, quien deberá organizar las elecciones para los tres meses posteriores. Durante ese plazo con una dirigencia temporal, no se podrían tomar decisiones que vayan más allá de las obligaciones administrativas de rutina.

Bartomeu desembarcó en la dirigencia del Blaugrana en 2003 en cargos de menor envergadura. Sin embargo, tras su salida en 2005 de la gestión de Joan Laporta, se unió al candidato a presidente Sandro Rosell y ganaron las elecciones del 2010, hecho que lo transformó en vicepresidente deportivo. Rosell renunció al puesto en 2014 y Bartomeu fue candidato principal en las votaciones del año siguiente, tomando el mando hasta la actualidad.