La tenista española Carla Suárez ha renunciado a disputar el US Open ya que está a la espera de los resultados de unas pruebas médicas y ha preferido optar por la prudencia, según explicó la propia deportista en sus redes sociales.

“Lamento anunciar que no podré participar en el US Open como hubiera sido mi deseo. Sigo pendiente de unos resultados médicos y hemos optado por la prudencia. ¡Espero verles pronto!”, escribió la canaria en su cuenta de Twitter.

Su baja también fue confirmada este lunes por la Asociación de Tenis de EE.UU. (USTA por sus siglas en inglés) más de una semana después de que la propia atleta pusiera en duda su participación en el torneo. Su nombre figura en la última lista distribuida por la organización de las tenistas que ya no participarán en el Grand Slam, que se disputará a partir del 31 de agosto.

El pasado 15 de agosto, Suárez anunció en las redes sociales que “por motivos de salud” no participaría en el torneo de Cincinnati, que este año se disputa en Nueva York antes del Grand Slam como consecuencia de la pandemia del coronavirus, a la vez que dijo que tomaría una decisión “en los próximos días” sobre el Open.

Su gabinete de prensa concretó entonces que una “indisposición médica” que había padecido en las últimas semanas le había obligado a tomar la decisión.

“La canaria, que ha atravesado brotes de malestar general en sus rutinas de entrenamiento, queda sujeta a la evolución de su cuadro clínico durante los próximos días”, decía la nota.

“Durante las últimas semanas no he podido entrenar con normalidad debido a las sensaciones internas que me produce la actividad física”, concretó Suárez, que señaló que su plan de preparación se había interrumpido desde mediados del mes de julio.

La tenista se había sometido a diferentes pruebas médicas para tratar de identificar el origen de sus síntomas, sin un diagnóstico claro.