Que el Real Madrid arrastra un déficit de gol desde la salida de Cristiano está escrito un sinfín de veces. Como también se ha reparado en que, desde entonces, Benzema ha sido quien ha tratado de cortar la hemorragia con goles. Algo que, esta temporada, va camino ya de repetir por tercer año consecutivo.
En lo que va de curso suma con el de ayer ante el Athletic 13 goles en 22 partidos, un ritmo que recuerda a su mejor registro de blanco, que data de la temporada 2011/12. Entonces, con Mourinho en el banquillo, marcó 13 goles en 21 partidos y terminó el curso con 32 dianas.
Ahora, siendo la referencia más fiable en ataque, el delantero francés vuelve a cumplir con números pese a que el equipo no le acompaña como en otras ocasiones. Pelea pues, prácticamente solo en el ataque y, de hecho, son sus compañeros de otras posiciones los que completan los registros goleadores. Es el caso de Sergio Ramos, Luka Modric o Toni Kroos, ninguno de ellos delanteros.