Barcelona en su mejor versión derrotó 2-1 a la Real Sociedad

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El Barcelona se dio una inyección de optimismo con una ajustada victoria frente a la Real Sociedad. Conquistó su primera remontada de la temporada (no había ganado ninguno de los siete partidos anteriores que comenzó perdiendo) y venció, 2-1, a un atrevido y solvente rival que acabó el partido acosándole en busca del empate, mostrando hasta tres caras del Barça: la optimista y desinhibida, la preocupante por su falta de contundencia en el remate y, por fin, la agobiante del final, cuando acabó pidiendo la hora ante el ataque de la Real.

Intenso como reclama día sí día también Ronald Koeman, rápido en la combinación, ágil en las transiciones y solvente con el balón, el Barça no se pareció en nada al equipo plano que acabó pidiendo la hora el último domingo frente al Levante… Aunque tampoco disfrutó de una noche cómoda, exigido por el atrevimiento de una Real Sociedad que pagó demasiado caro su nulo remate. 45 minutos de ilusión, otros 20 de calma y casi media hora final de sufrimiento. No hay manera de que el conjunto culé redondee una jornada feliz.

Y eso que el equipo vasco, después de 25 minutos en que el Barcelona le dominó con claridad, se avanzó en el marcador en su primera ocasión ante Ter Stegen. Un despiste de Pedri en la internada de Portu y la lentitud de reacción de toda la defensa le regaló el espacio oportuno a Willian José, que buscó un balón a boca de gol al que nadie más atendió para poner un preocupante, atendiendo a los precendentes, 0-1.

Esta vez el Barça, sin embargo, no se rindió a su desgracia y multiplicó las ganas. Siguió arriba y apenas necesito cinco minutos para igualar, en pleno ataque desbocado, por medio de una rosca magnífica de Jordi Alba.

No contento con el empate continuó el equipo azulgrana presionando, combinando, avanzando con un papel tan destacado de Pedri como de De Jong, más avanzado y participativo de lo habitual, y con la compañía de Messi y Griezmann, incansable en el apoyo por más desafortunado que estuviera en el remate.

Y gracias a ese empeño llegó el 2-1, la remontada, en una internada de Alba que remachó De Jong, llegando desde atrás y viendo validado su gol por medio del VAR tras la inicial anulación por un fuera de juego que no existió.

DISFRUTAR… SUFRIR

De la calma y la solvencia al sufrimiento se pasó en una segunda mitad que comenzó con un Barça entregado y dominador y acabó, como ante el Levante, sufriendo por mantener su ventaja en el marcador.

El Barça pudo marcar el 3-1 en varias ocasiones, dos de ellas de Griezmann y una, especialmente, para frotarse los ojos con su error a boca de gol cuando se lanzó al suelo para acabar rematando de lado y regalando el balón al portero.

Poco a poco fue perdiendo consistencia el equipo azulgrana y permitiendo el crecimiento de una Real Sociedad que acabó por hacerse con el control, el dominio y el protagonismo del juego, buscando el empate con un ataque desmedido, encerrando a los locales en su área y motivando que Ter Stegen, minuto 83, salvase milagrosamente con el pie un remate a bocajarro de Isak.

No hubo tranquilidad hasta el último suspiro pero se sumaron los tres puntos, innegociables, para acumular dos victorias consecutivas y seguir pensando que la Liga no es una misión imposible. Aunque si quiere confirmar esas sensaciones, deberá mejorar, y mucho, esos finales de partido en los que no sabe defender con la pelota y se obliga a hacerlo de cualquier manera.