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viernes, febrero 7, 2025
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Barcelona destruye con goleada de 7-1 al Valencia

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Después de tres derrotas en los últimos tres partidos en casa al Barcelona ya le tocaba ganar ante su gente y fue con goleada ante el Valencia.

Barcelona destruye con goleada de 7-1 al Valencia. Después de tres derrotas en los últimos tres partidos en casa al Barça ya le tocaba ganar ante su gente.

Y lo hizo a lo grande, arrollando con la sexta marcha puesta a un Valencia que pareció salir en punto muerto, pese a lo delicado de su situación en la tabla.

Fue más por el efecto de la apisonadora azulgrana que por desidia propia. Cinco goles en la primera parte, con doblete de Fermín y tantos de Frenkie de Jong, Ferran  y Raphinha  lo dejaron todo sentenciado, no sin dosis de polémica arbitral con penalti sobre Hugo Duro anulado por el VAR.

El goleador valencianista logró el tanto del honor, mientras que el Barcelona aprovechó los espacios del segundo tiempo para llegar al 7-1, con goles de Lewandowski y Tarrega en propia puerta.

Obviamente, al conjunto barcelonista no le queda margen de error en laLiga. No lo tenía antes del partido y sigue sin tenerlo ahora, a pesar de una goleada brillante que hizo las delicias de sus fieles, que volvieron a vivir una gran noche en Montjuïc.

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Conjunto solvente

Aunque la puntuación liguera es la que es, lo que dejó muy claro el Barcelona es que vuelve a ser el conjunto solvente, equilibrado, fresco, ambicioso y arrollador que había comenzado la temporada en modo estampida. Ya tiene un título y deja claro que luchará por los otros tres. No, el rodillo azulgrana no era un espejismo.

Buena entrada de las numerosas rotaciones en el engranaje del equipo, en el que es difícil destacar a alguien porque el recital fue colectivo.

Solvencia atrás, presión eficaz en la media, subidas de un afilado Balde, llegadas desde segunda línea de un Frenkie de Jong creciente y exhibición entre líneas de un Fermín que logró que no se notase la ausencia de Pedri, por indisposición.

El Barcelona lució profundidad de banquillo justo cuando más la va a necesitar.

La alineación de Flick, con muchos cambios, invitaba cuanto menos a la reflexión. A las rotaciones que tenía previstas, como las de Lewandowski, Araujo o Gavi, se les unió la inesperada, de Pedri, por gastroenteritis. La gestión de la portería merece punto y aparte.

Las rotaciones

El polaco Szczesny asomó en el primer equipo en la Supercopa, hace apenas dos semanas, por sorpresa. Aparentemente, fue a causa de un retraso de Iñaki Peña, pero esta semana, con titularidades en Champions y LaLiga, parece demostrar que no era algo circunstancial. Las rotaciones de campo le salieron bien a Flick, evidentemente; la de la portería no está tan claro: Szczesny volvió a salir atropellando a Hugo Duro y cometiendo penalti, que el VAR anuló por una falta a Koundé en el origen de la jugada.

Mucho protagonismo para el arbitraje. Extrañamente por tratarse de Soto Grado en el campo y Del Cerro Grande en el VAR, tres jugadas con incidencia en el marcador cayeron del lado azulgrana: una entrada de Casadó sobre Almeida cuando iba a encarar a Szczesny en la que se decidió que no había falta del azulgrana; un fuera de juego de Fermín en el 4-0, fuera de juego que el VAR anuló; y el penalti señalado por Soto en el atropello de Hugo Duro que se invalidó por falta de Gaià sobre Koundé en el inicio de la jugada.

Como propina, un gol anulado en la segunda parte por fuera de juego, con el Barcelona marcando la línea en el centro del campo.

ARROLLADOR ARRANQUE

A los de Flick les bastó su inicio fulgurante para dejar el partido sentenciado. Muy metido en el partido, el Barcelona salió a resolver. ‘A per feina’, sin reservas. En veinticuatro minutos ya había marcado cuatro goles, y con protagonismo de los recambios del técnico en el once: Frenkie, gol y asistencia; Ferran, gol; y Fermín, dos asistencias y dos goles.

No habían transcurrido tres minutos cuando, en la primera acción de Lamine Yamal, centró al área, donde encontró la llegada de Frenkie de Jong, que aprovechó el desbarajuste defensivo ‘che’ para revolverse y marcar.

El neerlandés también protagonizó el 2-0: tras subida de balde, asistencia que Ferran aprovechó en plan ‘killer’. No lo celebró por su pasado valencianista.

Después, Fermín recogió un balón rechazado por la defensa y lanzó un balón extraordinario a Raphinha, que controló, burló en su salida a Mamardashvili, que fue con sumo cuidado a diferencia de lo que iba a hacer su colega poco después, y marcó.

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