Fernando Ortiz se agarraba el pelo en el penal que anotó Nico Ibáñez en el Estadio Azteca. El América, que desperdició una y otra vez la posibilidad de anotar más goles, deja ir con vida al Pachuca, con 1-1 que obliga a definir la eliminatoria en el Estadio Hidalgo.
El corazón del América está en los pies de Diego Valdés y Álvaro Fidalgo, los dos jugadores de buen pie, tejen las jugadas que acaban desperdiciando los atacantes del América o hasta ellos mismos. Dos oportunidades que dejó ir el América en el primer tiempo y otras dos en el segundo, que hacen posible que Pachuca respire tras su visita en el Azteca.
La historia de la ida de las semifinales del Clausura 2022, entre América y Pachuca, era la de los azulcremas reencontrándose con su afición, con un Estadio Azteca casi lleno y con un futbol que ilusiona a sus fanáticos.
El problema es que enfrente está el aguafiestas de siempre, el que de cinco eliminatorias le ha ganado cuatro a las Águilas, y el que, con un penal, consiguió salir con un empate uno, que hace se defina todo en la casa de los Tuzos.
El 1-0 lo anotó Diego Valdés, en un balón que recuperó Viñas y gracias a un rebote, que dejó al chileno frente al arco de Ustari, sin obstáculo alguno para hacer el 1-0, en el segundo tiempo y tras fallar una oportunidad clara en los primeros 45 minutos.
Después, la polémica y cómo no, si el América siempre está en medio de ella. Una escapada del Pachuca y un penal provocado por Jorge Sánchez, que tuvo que pasar por el VAR, antes de ser señalado por Jorge Antonio Pérez Durán.
El Video Arbitraje enseñó que hubo un toque milimétrico de Sánchez a Avilés Hurtado y Nico Ibañez aprovechó para hacer el 1-1.
En el desconcierto, tras el 1-1, Pachuca provocó las atajadas de Guillermo Ochoa y Fernando Ortiz reforzó su mediocampo.
Los Tuzos salen con vida del Azteca y América tiene que ir a resolver la eliminatoria en el Estadio Hidalgo.
