Redacción – Preguntarle a Alonso sobre su futuro ya no podrá obtener una respuesta más clara. Por lo menos, hasta que el ovetense se decida. Por mucho que se le intente sonsacar sus intenciones de cara a 2020, el asturiano no va a decir más de lo que expuso este miércoles antes del inicio de la acción en pista en las 1000 Millas de Sebring. El ovetense no tiene claro todavía lo que hará el próximo curso y se centra en los dos grandes retos que afronta esta campaña: conquistar el Mundial de Resistencia con Toyota e ir a por la ‘Triple Corona’ en su segunda aparición en las 500 Millas de Indianápolis. Todo ello tras conquistar el pasado mes de enero su primera meta del curso ganando las 24 Horas de Daytona. Más allá de ello, ya lo dijo Fernando, “no tengo una bola de cristal”. Y es que desde que entonó su ‘hasta luego’ a la F1 el pasado curso, la prensa nacional e internacional no ha cesado de repetirle la misma pregunta, buscando dibujar con más claridad el futuro del ovetense. Pero la respuesta se ha ido repitiendo, una y otra vez, de forma paciente, por parte del ovetense. Y este miércoles, tocó recitar las mismas palabras: “Lo llevo diciendo desde que anuncié que en 2019 no correría en la F1. No corro en 2019, porque tengo unos retos mucho más grandes que los que la F1 me puede ofrecer”.

Y fue incluso un poco más allá: “En la F1 tienen problemas con los promotores de los circuitos, tienen problemas con los derechos de televisión, los tienen con los equipos. La F1 de hoy en día tiene cosas que ofrecer muy buenas otras no tan buenas; al igual que otras categorías. Y yo ahora mismo tengo objetivos mucho más grandes que la Fórmula Uno”.

No obstante, volvió a repetir que no se cierra “ninguna puerta” en relación a un posible regreso. Hace unos días dijo que volvería si dispusiera de un coche competitivo, algo que por ahora no depende de él completamente, sino más de los movimientos de mercado que se puedan producir en los grandes conjuntos del ‘Gran Circo’ en función del rendimiento de sus pilotos. Por ello, reiteró la idea y dejó claro que no esconde ningún as en la manga. Desconoce lo que hará y no puede responder todavía.

“No he cerrado ninguna puerta para 2020. Cuando anuncié la pausa en 2019 o la retirada de la Fórmula Uno (sic) es porque ahora mismo tenía otros retos. Aunque con miras al futuro, no tengo la bola de cristal para saber si voy a volver ahí; o si voy a correr el Mundial de kárting, dentro de tres años”, apuntó el asturiano. Mago al volante pero sin bola de cristal. Que está trabajando en su futuro está claro, pero todavía no hay nada decidido. Por ello, el ovetense no dudó en aclarar que no descarta “nada”.

“No descartas nada. Si a mitad de año veo que he conseguido retos importantes fuera de la F1; o que lo que se me presenta para 2020 la F1 es más importante de lo que se me puede presentar fuera, igual puede existir la posibilidad. Pero igual puede ser el año que viene, que dentro de tres años. También tengo que pensar en qué me puede ayudar o no seguir otra temporada en el WEC (con Toyota); y luego ponerlo todo sobre la balanza y decidir”, añadió Fernando, presentando una ecuación complicada, la de su futuro, con tantas múltiples combinaciones que nadie es capaz de adivinar. Por ahora, solo puede ser claro. No sabe lo que hará. Y a la prensa, solo le queda esperar. Lo mejor de todo, es que como dijo el asturiano ayer, es que ahora mismo está “en el sitio en el que quiero estar”, y antes de pensar en más allá, tiene gestas más importantes que realizar empezando por ganar las 1000 Millas de Sebring este fin de semana.