Un doblete de Benjamin Pavard, un tanto de penalti de Kylian Mbappé y la puntilla de Kingsley Coman despertaron a una Francia que comenzó dormida el amistoso ante Escocia, que se adelantó gracias a Billy Gilmour tras un enorme error de Eduardo Camavinga, pero que acabó sucumbiendo a la subcampeona del mundo (4-1).
Sin nada en juego, las dos selecciones acudieron al estadio de Lille en un ambiente algo apagado en una ciudad que se encuentra entre Arras y Bruselas, escenario de sendos atentados en los últimos días.
Las enormes medidas de seguridad provocaron que el duelo empezara con 10 minutos de retraso y algo más en el espíritu de los galos, que se vieron superados en los primeros minutos por una selección que certificó el enorme salto de calidad que ha dado.
Los de Steve Clarke estaban más espabilados que los de Didier Deschamps, que se tiraba de los pelos en el banquillo cuando a los 11 minutos Camavinga regaló un balón a Gilmour, que consiguió batir a Mike Maignan.
Desde que comenzó la fase de clasificación para la Eurocopa, Escocia ha marcado en todos los partidos salvo el último que disputó contra España.
El tanto fue un toque a rebato para los ‘bleus’, que hasta ese momento solo habían sumado una internada de Mbappé. Reaccionaron cinco minutos más tarde en un córner bien sacado por Antoine Griezmann que Pavard cabeceó a la red de Liam Kelly.
Originario de la región de Lille, el defensa del Inter de Milán reincidió nueve minutos más tarde, servido esta vez por Mbappé y, de nuevo, adelantándose a la zaga escocesa.
El tercer tanto rondó la defensa escocesa en varias ocasiones, hasta que en el 38′ el colegiado pitó penalti tras consultar el VAR y Mbappé se encargó de transformarlo.
El atacante del PSG sumó su 43 diana en ‘bleu’ a sus 24 años, lo que le deja a una del podio de máximos goleadores históricos de la selección, con muchos años por delante. Solo Griezmann (44 goles), Thierry Henry (51) y Olivier Giroud (54) le separan de ese récord que ya ha conseguido con su club.
Restablecida la jerarquía, con Francia al mando en el marcador y en el juego, el partido volvió a ser un amistoso, bajó la intensidad y quedó a expensas de algún fogonazo puntual.
Lo hizo Coman seis minutos después de haber sustituido a un irrelevante Ousmane Dembélé, tras aprovechar el rechace de un balón que Griezmann estrelló en el larguero y conseguir así el cuarto para Francia.
Con Mbappé cojeando en el campo, Marcus Thuram estrelló un balón en el larguero en el minuto 81 y Maignan evitó el segundo tanto escocés en un duro disparo de Armstrong.