Tuvo que ser con suspense y con la ayuda de los palos, pero el Villarreal de Unai Emery jugará la final de la Liga Europa después de resistir en Londres (0-0) las embestidas del Arsenal y los dos remates a los postes de Pierre-Emerick Aubameyang.
El ‘Submarino Amarillo’, tras cuatro intentos en el pasado de acceder a una final europea, logró el objetivo en un ejercicio de aguante en Londres, haciendo bueno el 2-1 de la ida y donde el Arsenal atacó por puro corazón y rozó el pase con una volea y un remate de cabeza de Aubameyang repelidos por los postes.
La suerte que faltó a los amarillos para que aquel penalti de Riquelme entrara en 2006, se alió con ellos para evitar que el gabonés enterrara el año de los de Emery.
Poco aprendió el Arsenal de la salida en tromba del Villarreal en el partido de ida. Esta vez aguantaron la puerta a cero los de Arteta, pero no fue porque no lo intentara el ‘Submarino Amarillo’. Samuel Chukwueze fue el que más lo intentó, con un disparo con rosca que obligó a Leno a estirarse a mano cambiada.
El Villarreal llevaba el ritmo, pero paulatinamente dejo de crear ocasiones y la temprana lesión del delantero nigeriano, que se tuvo que marchar en camilla, les restó gasolina en ataque.
Fue ganando en cuerpo el Arsenal, que empezó a asomarse a la portería de Rulli y rozó el gol en una volea bien ejecutada por Pierre-Emerick Aubameyang, pero en la que se encontró con un poste.
Faltaban ocasiones para encender la mecha y el descanso sirvió como llama. Se quebró en dos, como si fuera una prórroga y como si los dos equipos necesitaran el gol, cuando el Villarreal estaba más clasificado según pasaban los minutos.
La necesidad apretó para el Arsenal, que hizo un arreón tras salir de vestuarios y casi encuentra el premio con un remate desviado de Pepé y con un fallo de Rulli que le dejó muerta la pelota en el área a Smith-Rowe. El joven media punta no tuvo puntería.