VIDEOBLOG: Los muchachos de Sub-17 de Honduras tienen mi respeto, los federativos no…

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Deje que pasara un poco la tormenta porque en Panamá me tienen mucho cariño, tanto que me sacan la madre y se acuerdan de este catracho en todo momento y eso me pone feliz, porque les importo.

Acá estoy, dando la cara como siempre por mi patria, por mi Honduras, porque no soy de los que se esconde en el fracaso, porque soy de los que mantengo las posturas, aunque los resultados no son los mejores.

Hoy, después de leer, escuchar a muchos hondureños tras el fracaso de la Selección Sub-17 de Honduras al perder 2-1 ante Panamá y quedar fuera del Mundial de Perú 2023 tengo varios puntos que tocar.

El primero, seré hombre y felicitaré a Panamá porque ganó bien el partido, arrolló a la Bicolor en todo, fuerza, velocidad, efectividad y buen parado táctico. Merecido triunfo de los canaleros.

El segundo, el entrenador Israel Canales y los jugadores de la Sub-17 son los menos responsables del fracaso de esta Bicolor, es más, les aplaudo porque hicieron mucho con poco. Ganaron, golearon y nos ilusionaron, pero al final fueron superados.

El tercero y el punto más importante, es que el verdadero culpable de nuestro fracaso es conocido por todos, se llama Fenafuth.

Ya es tiempo que el presidente de la Federación, Jorge Salomón y el secretario José Ernesto Mejía, den una explicación clara de por qué tanto fracaso, por qué no vamos a los Mundiales, por qué el fútbol menor no crece, por qué, estamos siendo superados por los rivales.

Ya no soportamos más tristezas, no podemos seguir en la desesperanza, no podemos seguir hundidos en todo, Federativos, por favor, expliquen que ocurre, dígannos si son capaces para sacar adelante este barco, porque amamos nuestras selecciones y el llanto de cada jugador tras la eliminación ante Panamá reflejó la tristeza y dolor de todos los hondureños.

Por favor, digan si pueden hacer que tengamos un fútbol exitoso o de lo contrario, digan que es momento de dar un paso al costado por el bien de nuestro país.

Por Gerardo Bustillo…