Redacción – Los Toronto Raptors son el nuevo campeón de la NBA, el primero de fuera de Estados Unidos, después de imponerse en el sexto partido de la final a unos Golden State Warriors gafados que, tres días después de perder por una grave lesión a Kevin Durant, esta noche han visto como su mejor hombre del partido, Klay Thompson, se tenía que retirar con la rodilla maltrecha a finales del tercer cuarto. El hasta hoy campeón ha seguido luchando hasta el final y ha dispuesto de un triple final de Stephen Curry para cambiar el signo del encuentro. Pero no era el día del base del equipo de Oakland, que ha fallado su tiro a 9 segundos del final con 110-111 en el marcador. Los tiros libres finales de Kawhi Leonard, que ha sido nombrado MVP de estas Finales NBA, han acabado poniendo el 110-114 definitivo.
El triunfo de los Raptors tiene un sabor especial para el basket español, que ve como Marc Gasol y Serge Ibaka se suman a Pau Gasol como nuestros jugadores con un anillo NBA. En el caso de Marc la alegría es doble, pues rompe una nueva barrera de la NBA ya que hasta ahora no había dos hermanos campeones. A pesar de su discreto partido, con solo 3 puntos de tiro libre (0/5 en tiros de campo), Marc ve premiada así su gran final y una larga y notable carrera que parecía condenada a quedar alejada de los éxitos colectivos si seguía en Memphis. El título que acaba de ganar Marc se une a los ganados por Pau con los Lakers en 2009 y 2010 y eso supone que los Gasol han hecho historia en la NBA.
El sexto partido de la final ha sido el más apretado de toda la serie, con numerosos cambios de líder y ningún equipo almacenando una renta superior a los nueve puntos. No pintaba así al principio, cuando un arranque explosivo de Kyle Lowry ha puesto a los Raptors nueve arriba (2-11) con todos los puntos canadienses logrados por el base, que llevaba 21 al descanso. Pero Golden State ha sido capaz de reaccionar de la mano de Klay Thompson para cerrar el primer cuarto solo un punto por detrás (32-33).
Toronto ha seguido mandando apoyado en su acierto en los triples (9/16) pero ya sin grandes márgenes. Lowry seguía a lo suyo, con apoyos de Siakam y Leonard, pero los Warriors encontraban oxígeno en Thompson (18 puntos) y secundarios habituales como Looney y sobre todo Iguodala, lo que les ha permitido no descolgarse y llegar al descanso solo tres abajo (60-63).
Las cosas seguían una dinámica parecida en el tercer cuarto hasta que Thompson ha encadenado una racha de aciertos que han dado el mando a Golden State ante la euforia de un Oracle Arena que vivía su último partido, pues los Warriors se mudan este verano a San Francisco. Pero la euforia ha dado paso a la angustia cuando Thompson ha recibido una dura falta de Danny Green al intentar un mate al contraataque y ha caído mal. El alero se ha llevado las manos a la rodilla izquierda y pronto se ha visto que la lesión era importante. Un resquicio de esperanza ha iluminado a los Warriors cuando KT ha regresado del túnel de vestuarios para anotar los dos tiros libres de la falta (85-80) pero ahí se ha acabado su participación en la final.
Ha sido el principio del fin para los Warriors, que esta vez no han encontrado el Curry salvador de otras ocasiones. Los Raptors ya han entrado al último cuarto con el partido igualado (88-88) y aunque han cedido de nuevo momentáneamente ante el empuje de los reservas de Golden State, sobre todo de un Iguodala que recordaba al de sus mejores tiempos, han logrado tomar de nuevo el control mediado el período gracias al martillo pilón que es Pascal Siakam (26 puntos) y a la exhibición de tiro de Fred VanVleet, autor de 12 de los primeros 18 puntos de su equipo en el cuarto final.
Una afortunada canasta de Kyle Lowry a 2:14 del final abría una brecha de seis puntos (102-108) en un partido tan ajustado. Draymond Green clavaba un triple para sellar su triple-doble (11 puntos, 19 rebotes y 13 asistencias) y dar vida a los Warriors y DeMarcus Cousins colocaba a los locales a solo un punto con 46 segundos en el reloj (108-109). Toronto seguía ganando por uno (110-111) cuando ha iniciado su último ataque a 18 segundos del final pero los Warriors han logrado forzar la pérdida de balón de Danny Green con una gran presión a toda pista.
Tras superar un obstáculo tras otro, Golden State tenía una última bala para cambiar la suerte de la final. La jugada ha buscado, cómo no, un triple de Stephen Curry pero esta vez el lanzamiento del base ha salido largo y el rebote de Leonard y las posteriores faltas han acabado sentenciando el partido para Toronto, que ponía el 4-2 en la final tras ganar los tres partidos jugados fuera de casa.