La República Checa dio la primera sorpresa de los octavos de final tras eliminar a los Países Bajos, que perdió 0-2 en el estadio Puskas Aréna de Budapest con los tantos de Tomas Holes y de Patrik Schick en la segunda parte.
La selección dirigida por Jaroslav Silhavy se aprovechó de su superioridad numérica tras la expulsión por roja directa de Matthijs de Ligt en el minuto 55 y consiguió un billete para la siguiente ronda, en la que se enfrentará a Dinamarca el próximo 3 de julio en Bakú (Azerbaiyán).
Tras la expulsión de Matthijs de Ligt, la República Checa marcó sus dos goles. Primero, acertó Holes en el minuto 68 con un cabezazo a la salida de un córner.
Después, Schick hizo su cuarto tanto del torneo tras aprovechar una asistencia de Holes a diez minutos del final del encuentro.