Redacción – Real Madrid da la razón a Solari en el caso Isco. El club habría abierto un expediente disciplinario interno al mediocampista tras el último roce con el aún entrenador Santiago Solari. Esto después de que el jugador quedara fuera de la convocatoria para medirse a Valladolid en el partido que cerrará la jornada dominical en Zorrilla.

Según reportó la Sexta, Real Madrid habría tomado medidas después de que el jugador se negara a viajar en el autobús del equipo desde Valdebebas hasta el Santiago Bernabéu tras enterarse que había quedado fuera de la convocatoria para enfrentarse al Ajax en la eliminatoria europea del martes pasado.

Aunque Isco se disculpó con sus compañeros en una charla orquestada por el capitán Sergio Ramos, el entrenador no ha dejado pasar por alto el incidente; el último en una serie de desencuentros entre ambos que han desembocado en una ruptura irreparable.

El mediocampista es la gran ausencia en una lista de 19 convocados para visitar Zorrilla este domingo a pesar de las numerosas bajas con las que Santiago Solari acudirá al que podría ser su último partido al frente del equipo.

El argentino no podrá contar con Dani Carvajal, Marcos Llorente, Vinicius Júnior, Lucas Vázquez y Gareth Bale, por lesión, Mariano, debido a una gastroenteritis, y Sergio Ramos, por sanción.

El equipo merengue, y en especial el ataque, ha quedado tan mermado por las bajas que el técnico ha tenido que incluir a Cristo, delantero del filial Real Madrid Castilla. Pese a ello, ha prescindido de Isco; el único jugador sano del primer equipo que se ha quedado en Madrid.

Solari ha incluido hasta a Brahim, que solo ha jugado 24 minutos desde su fichaje en enero, Jesús Vallejo y el tercer arquero Luca Zidane.

Así, el entrenador ha dejado claro que no volverá a contar con Isco mientras permanezca en el cargo – sea un partido o hasta final de temporada, en caso que la directiva no logre llegar a un acuerdo con su posible reemplazo esta semana.

Ya la previa reconoció que hay varios jugadores en el plantel “que no han estado a la altura” esta campaña y que se los había hecho saber personalmente. Entre ellos, según trascendió, Marcelo e Isco. Además, recalcó que el malagueño no ha contado para él ya que “para jugar hay que ponerse primero en forma física y luego intentar agarrar la forma competitiva”.

Las fricciones entre el mediocampista y el entrenador han sido una constante prácticamente desde que Solari llegó al cargo. Isco no ha encajado bien su condición de suplente. Su actitud del jugador con el argentino y su cuerpo técnico ha sido objeto de críticas desde que le negó el saludo al entrar de cambio en la derrota por 3-0 a mediados de noviembre.

El jugador ha tenido malos gestos hacia varios miembros del cuerpo técnico, y no solo eso; también ha sido grosero con el delegado del club, Chendo, algo que posteriormente justificó como una “broma interna”.

En el club no ha gustado su manera de airear sus problemas y responder a las críticas – como hacer una encuesta en redes sociales en torno a su sobrepeso, una de las causas de su pobre estado de forma que lo han marginado del equipo hasta desaparecer de las convocatorias.

El técnico argentino concedió una entrevista en la que reconoció que le gustaría dirigir en España, y se dijo halagado por el supuesto interés del Madrid.

Tras su última queja “pública”, a principios de febrero, cuando recurrió a su cuenta de Twitter para defenderse de las críticas al afirmar que no goza “de las mismas oportunidades de sus compañeros”, el jugador pasó tres semanas fuera de las convocatorias de Solari debido a un problema en la espalda y no volvió ver acción hasta el cásico liguero en que apenas participó los últimos 15 minutos.

Isco, quien de acuerdo con la prensa italiana gusta a la Juventus, podría buscarse una salida del club el próximo verano de confirmarse la apertura de un expediente disciplinario.

Isco tiene contrato vigente hasta 2022 y una cláusula de rescisión que asciende a los 700 millones de euros, pero la directiva no dudará en rebajarla de llegar una buena oferta como lo ha hecho en el caso de Cristiano Ronaldo el verano pasado.