Redacción – Rafa Nadal entrenó de 10 a 12.00 horas en la pista del RCT Barcelona-1899, regresó al hotel para cambiarse y puso rumbo al Palau de la Música, donde peloteó con el japonés Kei Nishikori en una pista de mini tenis improvisada en el escenario. Ambos campeones del torneo posaron para los medios a continuación protagonizando la fotografía de referencia y promoción local e internacional de la Ciudad Condal de esta edición.
A continuación el once veces vencedor del torneo (2005 a 2009, 2011 a 2013, 2016 a 2018) se sentó en la punta del escenario para atender a los medios de comunicación. Está acostumbrado a este tipo de situaciones previas a encarar un Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, no así a llegar desde Montecarlo sin una copa en su equipaje.
Derrotado por el italiano Fabio Fognini en semifinales, el sábado, Rafa Nadal subrayó que “físicamente estoy bien y en el entrenamiento he hecho lo que tenía que hacer. Estoy ilusionado porque este torneo forma parte de la historia de nuestro deporte y de la mía personalmente. Tengo otra oportunidad de dar un paso adelante en mi nivel”.
Porque Nadal subrayó que “hice uno de los peores partidos de mi vida en tierra y no hay que esconderlo. No hay que engañarse ni engañar a la gente. Había hechos dos encuentros buenos, un tercero más irregular, pero ante Fognini no estuve al nivel que debía ante un gran jugador como es él”.
Sabe que no ayudaron los antecedentes, “son muchos problemas en los últimos 18 meses. Es difícil coger el ritmo y tener una continuidad. Se olvida todo lo ocurrido cuando se salva la vuelta, pero para mí personalmente es complicado. No puedes pretender además estar siempre perfecto. Todo esto pone más en valor lo que hacen otros compañeros y yo mismo, manteniéndonos tanto tiempo arriba”.
No ha creído nunca Rafa Nadal en las recetas mágicas. “Yo puedo poner ilusión, trabajo y buena actitud, luego ya se verá si las cosas salen mejor o peor. Mi trabajo es siempre el mismo, encontrarme mí mismo después de tantos parones y altibajos en estos dieciocho meses”.
Nadal sufrió una lesión en el psoas-ilíaco que le obligó a retirarse del Open de Australia y que no le permitió volver hasta la gira de tierra batida en 2018. Cerró esa campaña pasada abandonando en semifinales del US Open frente a Juan Martín del Potro, en septiembre. Regresó en Melbourne este curso, pero a rodilla derecha se resintió de nuevo en Indian Wells, donde no se presentó a semifinales.
“El año no es malo. Estoy nº 3 de la Race (clasificación que recoge los resultados de este 2019), hice final en Australia, semifinales en Indian Wells y Montecarlo. Pero tengo más problemas de los deseados”, se lamentó de nuevo Rafa Nadal.
l miércoles debutará en el Godó, contra el argentino Leo Mayer, a quien ha batido en los cinco enfrentamientos previos. “Entonces sabremos cómo estoy”, comentó Nadal. Preguntado sobre si sólo puede ir hacia arriba tras el KO en Mónaco, explicó que “siempre se puede caer más abajo. De hecho, hice semifinales, quedábamos sólo cuatro, los demás habían perdido. Eso sí, hice uno de mis peores partidos en tierra ante Fognini”. Y querrá, sin duda, enmendarlo. “Y si no es en Barcelona, será en Madrid, en Roma o en Roland Garros”.