PSG jugará ante los azulgranas el miércoles a las 1:00 de la tarde en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League.
En vísperas del enfrentamiento de cuartos de final de la Champions League contra el Barcelona, el entrenador del París Saint-Germain, Luis Enrique, reconoció que la temporada de su equipo “pinta bien”, aunque alertó de que “se puede torcer en cualquier momento”.
“En la escuela, las notas no se dan hasta junio. Pinta bien, pero se puede torcer en cualquier momento. A medida que jugamos competiciones como las que tenemos en mente, la diferencia entre ganar y perder es muy pequeñita”, afirmó el técnico español en la rueda de prensa al duelo liguero contra el Clermont-Ferrand.
“Nosotros estamos preparados, estamos donde queríamos estar. No hay motivo para no ser optimista, pero hay que ser realista. Es ahora cuando las cosas difíciles empiezan”, agregó.
Luis Enrique evitó al máximo referirse a su pasado barcelonista, equipo al que entrenó en tres campañas entre 2014 y 2017, pero aseguró que ahora su casa está en París.
“Yo soy gijonés, hasta mi acento me delata. Pero ahora mi casa es París, mi casa y mi club, el pasado y el futuro no cuentan, lo que vale es el presente. Quiero dar el máximo para el club que decidió confiar en mi, el objetivo es dar el cien por cien. Pero soy de Gijón, de Asturias, medio catalán y español”, afirmó.
También eludió pronunciarse sobre el hecho de que cuatro de los ocho entrenadores en octavos de final son españoles y, como él, pasaron por el banquillo del Barcelona. Además de él mismo y Xavi Hernández, el del City, Pep Guardiola, y el del Arsenal, Mikel Arteta, tienen un pasado blaugrana.
El técnico pidió centrarse en el duelo contra el Clermont-Ferrand, el colista de la liga, que dijo que visitará el estadio del líder con una motivación suplementaria, lo que hace que se aguarde a “uno de los partidos más difíciles de la temporada”.
“En estos duelos, a veces es difícil motivar a los jugadores”, señaló el entrenador, quien indicó que buscará que su equipo sea “agresivo y ambicioso” para dar un paso adelante “y ganar la liga, que todavía no se ha ganado”.
Con doce puntos de ventaja sobre el Brest, segundo de la tabla, a falta de siete jornadas para el final, las cuentas del técnico indican que necesita tres triunfos más para sumar la duodécima liga de la historia del club, la tercera consecutiva y la décima de la era catarí, que comenzó en 2012.
El PSG está, además, clasificado para la final de la Copa de Francia, que disputará contra el Lyon el 25 de mayo próximo y se jugará el pase a las semifinales de la Champions League contra el Barcelona el próximo miércoles en el Parque de los Príncipes y seis días más tarde en Montjuic.